Las visitas de dos integrantes del máximo tribunal penal del país a Mauricio Macri fueron el escándalo que sacudió el año pasado a gran parte del Poder Judicial. Sin embargo, con lo que la fiscalía describió como un fallo “prematuro”, los camaristas Mariano Borinsky y Gustavo Hornos fueron sobreseídos. La misma suerte corrió el expresidente. El tema deberá ser revisado por la Cámara Federal porteña, donde el líder del PRO y los casadores juegan de locales.

El fallo que sobreseyó a Hornos, Borinsky y Macri es del 28 de abril pasado, pero pasó inadvertido. La fiscala Alejandra Mángano apeló y sostuvo que el juez hizo una valoración de la prueba parcial.

En febrero del año pasado, Martín Soria –hoy ministro de Justicia, por entonces diputado– y los legisladores Rodolfo Tailhade y Eduardo Valdés denunciaron que Hornos se había reunido en seis oportunidades con Macri. Los legisladores del FdT sostuvieron que cada una de las visitas eran contemporáneas al dictado de algún fallo que podría interesar a Macri, particularmente todas las resoluciones que hacían blanco en Cristina Fernández de Kirchner o en quienes fueron funcionarios de su gobierno.

La revelación de las visitas desató un tembladeral dentro de la Cámara de Casación. Entonces era Hornos quien la presidía y sus pares Alejandro Slokar y Ángela Ledesma pidieron su renuncia.

El escándalo fue mayor cuando se conocieron las 18 visitas de Borinsky a Olivos. Borinsky no negó los encuentros, hizo trascender que no discutía sus fallos con él y que sólo eran visitas recreativas.

Sin embargo, el fallo sostiene que no se pudieron probar que las visitas de Borinsky hayan existido –curiosamente, aunque el propio camarista las reconociera–. También sostiene que solo se acreditó que Hornos vio a Macri tres veces. “No fue explicado en la denuncia ni se obtuvieron pruebas, acerca del modo en el que la sola presencia del doctor. Hornos en una reunión con el entonces Presidente pudo haber involucrado la voluntad de los restantes integrantes del tribunal que emitió los pronunciamientos que se cuestionan, ni el modo en que esas visitas pudieron determinar la suerte de esas causas”, se argumenta.

¿Cómo puede ser que no aparezcan las visitas que Borinsky no negó? Porque el fallo solo tuvo en cuenta el informe que mandó la Casa Militar con los registros manuales de ingresos a la Casa Rosada. Para ver las visitas a Olivos, había que consultar los registros electrónicos. La fiscala Mángano resaltó que esos registros constan en otras causas, pero no en ésta que investiga las visitas a la residencia presidencial y la Casa de Gobierno.

Los excusados

Según pudo saber PáginaI12, los tres integrantes de la Sala II de la Cámara Federal –Martín Irurzun, Eduardo Farah y Roberto Boico– ya se excusaron. Salió sorteado Pablo Bertuzzi, uno de los dos jueces que llegaron al tribunal por decreto de Macri, para ver si acepta la excusación de Irurzun. Después se verá qué pasa con los otros jueces. Si se aceptan las excusaciones, la Sala podría integrarse con Leopoldo Bruglia –otro llegado a la Cámara por traslado durante el macrismo– o con Mariano Llorens, que también afrontó una denuncia por visitas a Olivos.