Josías Galeano tiene 15 años, vive en la ciudad misionera de Oberá y no se sabe nada de él desde el 30 de abril. Su madre, Carolina Cardozo Ramírez, denunció que en los días previos había estado detenido en las comisarías 2° y 4° de la Unidad Regional II, lo cual fue confirmado por la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura. Este organismo solicitó al juez de instrucción Horacio Alarcón datos sobre la investigación y requirió medidas para garantizar que "su búsqueda y la investigación de eventuales responsabilidades se realice ajustada a los estándares internacionales en materia de desaparición forzada". En consonancia con el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), la Comisión Nacional de Prevención de la Tortura manifestó la necesidad de que la policía provincial sea apartada del caso por estar sospechada, algo que aún no sucedió a pesar de que habría comenzado a intervenir la Gendarmería.

En tanto, de la investigación interna realizada por la cúpula de la Unidad Regional II de Oberá fue ordenado el relevo y traslado de tres efectivos que cumplían tareas en la Seccional 4°, dependencia que desde el primer momento fue cuestionada por la madre del Josías, quien denunció que en varias ocasiones su hijo le contó que fue golpeado por policías. Incluso en una ocasión tuvo que llevarlo al hospital por los golpes que tenía. Las autoridades enviaron a otras jurisdicciones al oficial Junior M., al cabo Daniel M. y al agente Rodrigo C, quienes serían los autores de apremios ilegales y amenazas a Josías Galeano.

El 30 de abril este adolescente salió de su casa del Barrio Villa Blanquita para ir a una barbería y nunca más volvió. “En el Barrio Caballeriza vive un chico que siempre estaba con mi hijo”, dijo su madre. Y deslizó sospechas por el accionar de dos efectivos de la policía a los que denunció ante la Fiscalía. En su denuncia indicó que esto sucedió el día anterior a la desaparición de Josías. “Estas dos personas lo estaban buscando en el barrio, con un vehículo particular”, sostuvo. En los hechos, en la causa judicial que investiga la fiscal Myriam Silke, un testigo declaró que dos policías de civil en un auto particular recorrieron el barrio preguntando por él. Según publicaron medios locales, luego se confirmó que ambos se desempeñaban en la Seccional 4° y uno de ellos es propietario del Fiat Uno rojo con el que fueron vistos el 29 de abril.

La madre de Josías destacó que desde la Comisión Provincial contra la Tortura le manifestaron su apoyo y pidieron la desvinculación de la búsqueda de la fuerza policial, por la aparición de una foto que estuvo circulando de su hijo donde se lo ve golpeado. “Es raro lo que sucedió con esa foto, la propia policía la utilizó para difundir y después desapareció”, dijo la mujer. Otra imagen diferente y su nombre están ya en el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas, organismo que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, y en una publicación de la asociación civil Missing Children Argentina que días atrás se sumó a la búsqueda.


Ramírez contó que las investigaciones para encontrar a su hijo tienen un ritmo muy lento. Hubo rastrillajes en Villa Blanquita, y también en la zona de Barrio Caballeriza. “Me llegaron una cantidad de mensajes y capturas de pantalla de un programa donde decían que Josías está muerto. Llamé a la Policía y me dijeron que no sabían nada, que ellos siguen buscando. No entiendo con qué objetivo difunden chismes. Son desalmados. Pasé toda la tarde llorando”, lamentó con desconsuelo.

Por su parte, el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura en su nota al juzgado de Alarcón respaldó las recomendaciones emitidas por el Mecanismo Local orientadas a apartar a las fuerzas de seguridad de la provincia de Misiones ante la sospecha de su participación en los hechos, y recordó que ese apartamiento tiene sustento normativo en el ámbito nacional --en el artículo 194 del Código Procesal Penal-- e internacional.

En la presentación ante el magistrado, el CNPT solicitó que se "adopten medidas para garantizar que la búsqueda sea eficiente, con una estrategia integral y enfoque diferencial que tenga en cuenta el interés superior de la niñez, y respete la dignidad de Josías Galeano y su familia en todas las fases del proceso". Del mismo modo, requirió que "la investigación de los hechos denunciados respecto de la desaparición se realice sin dilación, de manera imparcial y efectiva, adecuada a los estándares en materia de investigación, sanción y reparación de torturas, desapariciones forzadas de personas y hechos ocurridos bajo custodia estatal".

La "mini-brigada"

Además, el Comité informó que el Mecanismo Local "remitió dos notas a las autoridades competentes advirtiendo que personas privadas de la libertad en esa Comisaría constataron la detención de Josías Galeano el 11 de abril". El CNPT es un organismo creado para la prevención de la tortura y los tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes de personas privadas de libertad en cualquier institución pública, privada o mixta, en cumplimiento del Protocolo Facultativo de la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles Inhumanas y Degradantes de la ONU (OPCAT). En el marco de su mandato, tiene por función recopilar y sistematizar información de cualquier fuente que considere relevante; y solicitar la adopción de medidas especiales urgentes para la investigación de hechos de tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes denunciados o constatados por el CNPT o los Mecanismos Locales.

En una de sus publicaciones sobre el caso, El Territorio informó que según el aporte de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT), por lo menos en una ocasión el chico fue visto esposado en la Seccional Cuarta, lo que contradice los protocolos legales que resguardan los derechos de los menores. Y los tres implicados también integraban la denominada “mini-brigada” de la 4°, unidad que habría sido conformada por el jefe de la dependencia para tareas de inteligencia fuera del horario formal. Mientras aguarda los resultados del sumario interno, la fiscal Silke sigue reclamando el informe de los libros de guardia respecto a las intervenciones donde personal de la 4° y otras comisarías y dependencia de la UR II demoraron a Josías Galeano, a pesar de que ya pasó más de un mes desde la última vez que fue visto el pibe de 15 años.

Hace una semana, familiares y amigos de Josías Galeano se congregaron en el centro cívico de Oberá para visibilizar el caso y reclamar por la aparición. “Pareciera que a mi hijo se lo tragó la tierra, pero no será que le hicieron tragar tierra”, dijo Carolina Ramírez antes de quebrarse en llanto.