Gregorio, pato trabajador, se despierta raro. Transformado en zanahoria. Los problemas vienen de la mano, y con ellos la particular relectura, en clave infantil, que Ludmila Bauk y Agustín Alzari proponen en Gregorio, el zanahoria, que estrena hoy a las 16 en Teatro La Comedia (Mitre 958). La obra que dirige Bauk, a partir del texto escrito con Alzari, resultó seleccionada entre los 180 proyectos presentados a la última edición de Teatro Nacional Cervantes Produce en el país (cuya nueva edición se anunció hace pocos días). Coproducida entre TNC y Teatro La Comedia, Gregorio, el zanahoria podrá disfrutarse durante los sábados y domingos de julio y agosto, siempre a las 16, además de otras funciones previstas para las vacaciones de invierno, que incluirán los días miércoles, jueves y viernes.

En diálogo con Rosario/12, la actual directora del Teatro Nacional Cervantes, la santafesina Gladis Contreras, destacó “lo importante de estar presente en otros lugares del país, no sólo llevando una obra sino estableciendo una sede temporaria, porque estos proyectos, como el de Ludmila Bauk, son producciones del Cervantes hechas como en el Cervantes. Tratamos de mover toda la infraestructura posible, y también llevamos un productor nuestro para que ayude en esta área. Además, una vez concluido el contrato, la producción le queda al grupo, que ya habiendo aprendido y puesto en marcha la maquinaria, podrá continuar con la obra y llevarla a donde quiera”.

-De alguna manera, el proyecto acciona pedagógicamente.

-Sí, y organizativamente. A los grupos independientes les cuesta mucho organizarse, y si bien esto no es algo que suceda en Rosario, porque es una ciudad grande, no hay una cultura organizativa en los grupos de teatro, en los que cuesta entender la producción de una manera más orgánica. Que el Cervantes te dé una mano para empezar, que te explique y ayude económicamente, y que tienda las redes, es muy importante para cualquier grupo en cualquier lugar del país. A nuestro entender, esto es lo federal de un teatro nacional.

Gladis Contreras, quien entre otros desempeños fue directora del Centro Cultural Provincial de Santa Fe Francisco “Paco” Urondo entre 2015 y 2021, asumió como directora del TNC sobre fines de octubre, junto con Jorge Dubatti como subdirector. Como ella informa, “tenemos cuatro producciones más en otros lugares del país, surgidas de la misma convocatoria: Tucumán, General Roca, Catamarca y San Juan; son lugares totalmente disímiles, y es interesante que todos tengan la posibilidad de trabajar profesionalmente. Por otra parte, estamos impulsando una red federal de teatros junto con el Ministerio de Cultura de la nación, que nos permita comunicarnos entre todos los teatros oficiales del país, aclaro que no con los independientes, porque de ellos se ocupa el Instituto Nacional del Teatro. Por otro lado, nos interesa posicionar el teatro nacional. ¡Tenemos que hacer teatro nacional! Y queremos trabajar con autoras, para que las mujeres no sean siempre las actrices dirigidas por hombres”. A propósito, vale destacar que con la asunción de Contreras al frente del TNC, es una mujer quien vuelve a dirigir la institución tras más de 50 años.

En cuanto a Gregorio, el zanahoria, Ludmila Bauk explica a Rosario/12 las motivaciones que dieron luz al proyecto: “Hace tres años, en 2019, mi hijo –con cuatro años– estaba fanatizado con La asombrosa excursión de Zamba y el capítulo con el Martín Fierro, lo veía tres o cuatro veces por día. En ese momento, Agustín Alzari, mi marido, estaba corrigiendo una versión de La metamorfosis de Kafka, para una colección que circuló en todas las escuelas primarias de Santa Fe. Y justo nos regalaron un libro de Max Cachimba, Versos selectos, en cuya tapa hay una zanahoria divina y contenta. Una noche me pregunté: ¿qué pasaría si Gregorio Samsa se despertara convertido en zanahoria y si, además, sus padres fueran patos? ¿Y si todos hablaran en versos octosílabos, como en la gauchesca del Martín Fierro? Charlamos la idea con Agustín, nos pareció divertida, y escribimos la sinopsis. Ahí quedó. El año pasado, todavía en pandemia, mi jefe no me aseguraba la continuidad laboral, y se me armó una especie de disyuntiva. ¿Qué hacer? Si buscaba otra cosa, tal vez no podría dedicarme al teatro. Pero justo abrió la convocatoria del Teatro Nacional Cervantes Produce en el país, y quedamos seleccionados”.

El elenco de Gregorio, el zanahoria.   Crédito: Guillermo Turín Bootello.

-Pensar en una versión de Kafka para niños no es una elección habitual.

-Los niños están acostumbrados a las grandes historias, creo que si uno analiza las películas de la industria, como Kung Fu Panda, Buscando a Nemo o Coco, allí se plantean historias donde los protagonistas se ven envueltos en situaciones dramáticas y trágicas. Los niños tienen la capacidad de entender la tragedia de una manera natural, y me parece que pueden entender perfectamente a Gregorio. Por otra parte, La metamorfosis habla de temas como qué pasa con el mandato familiar, qué pasa cuando uno es distinto a los demás, cuando cambiamos, y cuando nuestros seres queridos no nos reconocen y no nos entienden. Son preguntas muy importantes. Los primeros actos de la obra son los primeros capítulos de La metamorfosis. Ahora, el hecho de cambiar los signos, que no sea un insecto horrible sino una zanahoria parlanchina que habla en verso y canta, y que sus padres sean patos, provoca extrañeza y gracia, pero sin esquivar a la tragedia. Abordamos totalmente el clásico de Kafka. Hoy, de hecho, creo que podemos pensar en otros destinos para un personaje como Gregorio, para el distinto, quien quizás en su momento, por el contexto en el que se vivía, tenía un panorama muy sombrío. En nuestra obra hay una reflexión y un destino diferente para Gregorio, el zanahoria.

Gregorio, el zanahoria cuenta con las interpretaciones de Manuel Baella (Señor Samsa y Horacio Yema), David Gastelú (Gregorio), Cecilia Inés Li Causi (Greta y Angie Bagangie), Marisa Rinaldi (Señora Samsa y Ramona Nieves) y Carlos Terzaghi (Jefe, Criada y Jaime Maíz Nicolás); música en escena de Agustín Alzari; tareas de escenografía a cargo de Pali Díaz, Marcos Adelmar, Agustín Pagliuca, Patricia Pérez; diseño de vestuario de Ramiro Sorrequieta, diseño de Iluminación de Diego Quilici; composición y producción musical de Agustín Alzari; producción y diseño de sonido de Diego Longinotti; coreografía de Agus Black; asistencia de dirección de Celeste Bardach; y producción local de Aimé Irupé Fehleisen. El Equipo de TNC Federal incluye a Martín Lavini (productor técnico) y Maxi Libera (productor ejecutivo).