Los ocho presos que fueron recapturados tras protagonizar la fuga del 27 de junio de 2021 en la cárcel de Piñero fueron imputados y reimputados (según cada caso) por la evasión y por uso y portación de armas, lo que agrava la expectativa de penas. Otras tres personas fueron acusadas por favorecimiento para la fuga. El juez Gonzalo López Quintana ordenó la prisión preventiva. "Hubo pericias (balísticas y a celulares) que fueron contundentes para determinar las responsabilidades e identificar los roles de cada uno en la evasión", dijeron los fiscales Franco Carbone y Aurelio Cicerchia. 

En la audiencia estuvieron tanto el último de los capturados, Claudio "Morocho" Mansilla -que estuvo prófugo casi un año y tiene condena a 25 años por homicidio, entre otras imputaciones-, como a Daniel Piscione y Martín Cartelli, quienes no habían sido imputados aún por el hecho; mientras que se recalificó la imputación a Sergio Cañete, Joel Rojas, Alejandro Schmittlein, Ezequiel Romero, Alejandro Candia, en relación a las pericias mencionadas. Se sumaron Elisa Álvarez, Rodrigo Gramajo y Franco Cantero, por haber formado parte del grupo que brindó ayuda externa para el fuga. 

La imputación expresa que la evasión se realizó "a partir de un plan común previamente organizado, que contó con el apoyo externo de un número indeterminado de personas que favorecieron dolosamente la evasión". 

Aquel día, personas de afuera llegaron con armas y cortaron los tejidos. Tras ello, y durante la fuga, se efectuaron disparos contra el personal de custodia. Además, los fiscales indicaron que no se determinó complicidad. También dijeron que los presos mantuvieron comunicaciones por celular con las personas de afuera, en la previa del hecho, lo que "facilitó la fuga".

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