María Agustina Fernández, la joven estudiante de medicina de Cipolletti que el sábado pasado había sido brutalmente golpeada durante un asalto, murió en la noche del martes por muerte cerebral

La noticia fue confirmada por la familia de la chica de 19 años, que además informó que donará los órganos. La directora del hospital de Cipolletti, Claudia Muñoz, había informado en el último parte médico difundido que la estudiante se encontraba grave y no presentaba mejorías, pese a que continuaba internada con actividad cardíaca y asistencia respiratoria. 

El martes, fuentes del mismo hospital habían indicado que, tras ser sometida a una serie de estudios, la joven nunca respondió a los estímulos.

Tras conocerse la noticia de su muerte, numerosas personas acompañaron a los padres y seres queridos de Agustina hacia la entrada del hospital de Cipolletti por la noche, donde encendieron velas y oraron por la joven. "Es un encuentro pacífico desde el corazón, ante tanta violencia", señalaron los presentes. En tanto, anunciaron que convocarán a una movilización para este miércoles a las 19:30 exigiendo Justicia.

El caso de Agustina Fernández

El sábado, Agustina Fernández estaba sola en la casa de un amigo que había salido a hacer unas compras cuando se convirtió en víctima de un feroz asalto. El hecho ocurrió en una residencia de la calle Confluencia al 1300.

El delincuente habría ingresado a la vivienda mientras la joven estaba desprevenida y la atacó
. La fiscalía sospecha que la estudiante de medicina se habría defendido en el robo, porque en sus manos tiene marcas compatibles con un intento de resistencia. 

En tanto, las investigaciones para determinar si hubo uno o más responsables en los hechos continúan. Por el momento no hay detenidos en la causa. Fuentes policiales aclararon a medios locales que el o los delincuentes escaparon con dos teléfonos celulares de la casa, algunos elementos de valor y 1.000 dólares.

Silvina Cappello, la madre de Agustina, había informado días atrás a la prensa local que la salud de su hija estaba "comprometida" debido a las numerosas "fracturas" y "edemas" que había padecido durante el asalto. "No es operable. La golpearon, la cortaron", lamentó. 

Agustina era oriunda de La Pampa y se había mudado en marzo de este año a Cipolletti para comenzar sus estudios en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). El caso quedó a cargo de un equipo de fiscales conformado por Martín Pezzetta, Julieta Della Cha y Rocío Guinazú Alaniz. También participan en la investigación personal policial de la Brigada de Investigaciones, el Gabinete de Criminalística y la Unidad con jurisdicción en la zona.

"No entra en mi cabeza, no lo puedo entender la tremenda golpiza que le dieron. Pido justicia y que la Policía siga actuando como lo está haciendo. A mí no me cierra nada de lo que pasó", expresó la madre de la víctima, antes de que falleciera.