La Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo de la Argentina y Uruguay prohibió la pesca de la merluza durante todo el tercer trimestre en un área del Océano Atlántico, al comprobarse la presencia de "concentración de ejemplares juveniles" que "es necesario proteger".  La medida se dispuso a través de la resolución 5/2022 publicada este miércoles en el Boletín Oficial. 

La resolución prohíbe la pesca de merluza como la utilización de todo tipo de herramientas de fondo en un área delimitada por cinco puntos geográficos, a la altura de la costa atlántica uruguaya entre el 1 de julio al 30 de setiembre de 2022 inclusive.  

La transgresión a la veda será considerada por la como "un incumplimiento grave", aunque la Comisión no especificó las sanciones correspondientes. La prohibición se tomó ante "la necesidad de contribuir a la conservación y racional explotación de la especie". 

El área comprendida --que se publicó conjuntamente en los boletines oficiales de ambos países-- precisa los cruces entre el paralelo 35°03' latitud sur (S) y el meridiano 52°53 longitud occidental (W); 35°18'S y 52°30'W; 36°27'S y 53°45'W; 36°54'S y 54°12'W; y, por último 36°31'S y 54°36'W.

El cuidado de los recursos itícolas en el mar

La resolución surge como parte del trabajo regular del Tratado del Río de La Plata y su Frente Marítimo, pero se conoce pocos días después de un acuerdo relevante sobre subsidios a la pesca que se alcanzó en la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada días atrás en Ginebra. 

Argentina es uno de los países que sufre los efectos económicos y ambientales de la pesca de gran escala en el límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE). El Banco Mundial calcula que las pérdidas económicas anuales derivadas de la sobrepesca ascienden a 83 mil millones de dólares. La porción del stock de peces que se encuentra en niveles no sustentables subió del 10 por ciento en 1974 al 34,2 por ciento en 2017. 

El reciente acuerdo alcanzado por la OMC cuenta con cláusulas que pueden limitar el alcance de futuras regulaciones y dejó afuera del acuerdo los subsidios al gasoil que utilizan los buques, que representan buena parte del apoyo económico de los Estados a la sobrepesca.