El 24 de febrero, la expectativa mundial era que Rusia iba a lograr sus objetivos militares y políticos en Ucrania en cuestión de días. A casi cinco meses de combates, los rusos están demoliendo el este ucraniano pueblo por pueblo, repitiendo la lenta y cruel estrategia de artillería que perfeccionaron en Polonia y Prusia en 1944/1945. Es llamativo que el ejército heredero de Zhujov y Rokossovsky, dos maestros de la guerra móvil y del movimiento de pinzas a gran escala, parezca incapaz de dominar a los ucranianos y le plantee una guerra localizada, lenta y de desgaste. 

La propaganda occidental creó una niebla de las más gruesas, con la BBC entrevistando  civiles a los que algún bombardeo les rompió el lavarropas. Pero buena parte del material usado como propaganda son videos de cámaras de seguridad o de esa gente que no suelta el celular ni en una batalla. En varios de esos videos se ven cosas inexplicables en un ejército moderno.

Por ejemplo, una cámara de un supermercado captó la destrucción de un T72 ruso en un video que se puede usar para entrenar tripulaciones sobre lo que no hay que hacer. El modelo 72 es la más avanzada máquina de guerra de una nación que sabe construir tanques. Tiene un cañón de 125 milímetros, una enormidad, y uno de los blindajes frontales más gruesos del mundo. Con una tripulación de apenas tres hombres, el sistema de carga del cañón es automático, con un receptáculo de munición colocado justo abajo de la torreta.

Los tripulantes viajan dentro de una suerte de burbuja protectiva, reforzada por la armadura reactiva del blindado, esas cajas que colocadas en los flancos del tanque y de la torreta que contienen explosivos. La idea es que cuando una bala o cohete golpea el tanque, las cajas explotan hacia fuera y cancelan o moderan el ataque. Un problema que tienen los T72 en Ucrania es que buena parte de la primera fase de la guerra fue urbana y este tanque no puede levantar demasiado el cañón y defenderse de ataques desde edificios. A ojo de buen cubero, a media cuadra de distancia el tanque no puede darle a nada por encima de un tercer piso.

Pero en el video del supermercado se ve algo que no es una limitación técnica. Lo que se ve es un T72 avanzando por una calle solito su alma, sin escolta de blindados livianos ni de infantería. Desde su flanco izquierdo y a través de una plaza, le disparan un cohete que pega en la armadura reactiva sin mayor efecto. Pero como el blindado está solo, tiene que defenderse solo y ahí empieza el problema: el tanque frena, vira la torreta hacia la izquierda para responder al fuego y entonces recibe otro cohete a quemarropa desde el lado derecho. Este pega perfecto en donde la torreta se une al cuerpo del tanque, y lo revienta. Una emboscada penosa, pero efectiva por la soledad del blindado.

Otro video muestra una columna de tanques avanzando por un ruta en el campo que es atacada desde el flanco derecho con un cohete que hace estallar al primero en la línea. Pese a este error de los atacantes -no se tira al primer tanque sino al segundo o tercero, para dividir la columna en partes- los rusos no responden como corresponde. En lugar de escalarse y abrir fuego hacia ambos flancos, empiezan  correr tratando de salir del lugar. El enemigo simplemente hace tiro al blanco y como tampoco hay escolta de infantería o vehículos de apoyo que los defiendan, los tanques son prácticamente liquidados.

Más allá de las exageradas bajas que los ucranianos dicen haberle causado al enemigo, lo cierto es que Rusia perdió una cantidad inusitada de blindados, sobre todo en el primer mes de combate en el oeste.

Otro misterio es que Ucrania todavía tenga una fuerza aérea en servicio. El 24 de febrero, los ucranianos tenían unos cien aviones de combate en servicio, en su mayoría anticuados modelos soviéticos. Pero resulta que los combinaron tan bien con sus misiles antiaéreos que le negaron la superioridad vertical a los rusos. La fuerza aérea rusa comenzó a bombardear desde grandes alturas, por encima del techo operativo de los misiles ucranianos, con la consiguiente pérdida de precisión y efectividad. Semanas y semanas después del ataque, Ucrania sigue operando bases aéreas.

Estos fracasos de doctrina táctica y de entrenamiento operativo indican que o Rusia abandonó ideas básicas como que los tanques solos no sirven para nada, o que por razones internas ya no es capaz de desplegarlas. Evidentemente, la artillería sigue siendo el arma más eficiente de los rusos, como aprendieron los alemanes en 1914 y lo volvieron a aprender en 1943, lo que explicar el reagrupamiento en el este ucraniano y el cambio de estrategia. Que es también una admisión explícita de que las cosas no son como deberían y como se suponían hacia adentro del ejército ruso.