La DEA reconoció su participación en la captura en México del narcotraficante Rafael Caro Quintero, considerado el fugitivo más buscado por la agencia antidrogas estadounidense. La participación de la DEA en este operativo cobra relevancia dado que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido muy crítico con la agencia y en 2020 impulsó una legislación para limitar la presencia de sus agentes en México. 

Caro Quintero fue detenido este viernes en el municipio de San Simón, el estado de Sinaloa. Un perro de raza San Huberto lo descubrió en un pueblito que ni siquiera figura en Google Maps. El capo narco de 69 años era buscado por el secuestro y asesinato en 1985 del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena, perpetrado en febrero de ese año, y por otros crímenes relacionados con el narcotráfico y la delincuencia organizada.

"Sangre, sudor y lágrimas"

"El increíble equipo de la DEA en México trabajó en colaboración con las autoridades mexicanas para arrestar a Rafael Caro Quintero", dijo la directora de la agencia, Anne Milgram, en una carta dirigida a sus empleados. "Durante más de 30 años, los hombres y mujeres de la DEA han trabajado de forma incansable para llevar a Caro Quintero ante la justicia. El arresto es resultado de años de sangre, sudor y lágrimas", afirmó Milgram. 

Desde hace meses, luego de que se confirmara la zona donde Caro Quintero tenía su guarida, agentes estadounidenses viajaban con frecuencia a México y se intensificaron las negociaciones con la Marina para llevar a cabo el operativo de captura. "Antes de ésta, que finalmente concluyó con su detención, la Marina de México tuvo otras 13 oportunidades de capturar a Quintero y no lo hizo", explicó un alto funcionario de la DEA a la revista Proceso.

Según señala el semanario mexicano, la campaña de la DEA para encontrar a Caro Quintero se sustentó en traiciones de otros narcotraficantes. "Pagamos mucho dinero a personas que nos iban dando información. Los datos no los compartimos hasta que pudimos corroborar, por medio de otros métodos de inteligencia, que se trataba de Caro Quintero. Así fue el operativo", reveló el funcionario de la agencia antidrogas estadounidense.

Los detalles de la búsqueda

En un comunicado, la Secretaría de Marina (Semar) del gobierno de México indicó que Caro Quintero se escondía entre matorrales y un perro de la institución, adiestrado en búsqueda y rescate, ayudó a ubicarlo. El territorio está tan lejos de otros pueblos y territorios de Sinaloa que ni siquiera existen fotos en Google Maps y la información oficial es escasa: según estadísticas oficiales solo hay 29 habitantes en la región, reseñó El Sol de Sinaloa.

El viernes por la tarde 14 personas fallecieron luego de que un helicóptero de la Marina se desplomara en Los Mochis, Sinaloa, casi al mismo tiempo en que se reportaba la detención del capo. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la aeronave transportaba personal que había cumplido "la misión de respaldar a quienes ejecutaron la orden de aprehensión contra Caro Quintero".

Caro Quintero, el "narco de narcos"

Caro Quintero nació el tres de octubre en 1952 en Badiraguato, estado de Sinaloa, cuna de otros capos del narcotráfico como Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien actualmente cumple cadena perpetua en Estados Unidos. A los 14 años se inició en el cultivo de marihuana. "Era una persona muy joven que vivía aquí en la sierra, aquí es normal la siembra de marihuana y amapola. Era huérfano, murió mi papá y había que darles de comer a mis hermanos, así empezó todo", relató Caro Quintero en 2016 a la revista Proceso.

A finales de los 70, Caro Quintero se alió con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, en lo que fue conocido como el Cártel de Guadalajara, una de las primeras organizaciones dedicadas al narcotráfico en México. El "narco de narcos" llegó a ser así el mayor productor y exportador de marihuana de México, y su fortuna calculada en unos 500 millones de dólares.

Posteriormente el Cártel de Guadalajara amplió sus negocios a la cocaína, gracias a los vínculos entre Miguel Ángel Félix Gallardo y el capo colombiano del Cártel de Medellín, Pablo Escobar. Entre 1982 y 1984 "Kiki" Camarena, agente estadounidense de origen mexicano, se infiltró en el cártel, lo que derivó en la incautación y destrucción de una siembra de marihuana de 2.500 acres en el norteño estado de Chihuahua.

Según las autoridades estadounidenses, en su deseo de venganza contra la DEA, Caro Quintero ordenó la tortura y muerte de Camarena, cuyo cuerpo fue encontrado en una zanja en marzo de 1985 junto con el del piloto mexicano Alfredo Zavala. Pero Caro Quintero niega haber participado en el asesinato de Camarena. "No lo secuestré, no lo torturé y no lo maté", aseguró años atrás desde la clandestinidad.