La Sala V del Tribunal de Juicio de Salta condenó ayer a siete años de prisión al productor de moda Pablo Rangeón. La pena puede parecer grave, sin embargo, es bastante menor de la solicitada por el Ministerio Público Fiscal y mucho más todavía que el requerimiento de la querella. 

Rangeón había llegado a juicio acusado por distintos hechos de violencia en relación a seis jóvenes mujeres que lo habían denunciado penalmente. Todas ratificaron esas acusaciones en este proceso. Las juezas Gabriela Romero Nayar Mónica Faber y el juez Pablo Farah solo consideraron probado solo lo referido a una de ellas y lo condenaron a siete años de prisión por el delito de "abuso sexual con acceso carnal"; en cambio, lo absolvieron por aplicación del principio de la duda en relación a las otras cinco acusaciones. 

El fiscal Pablo Rivero había considerado probadas todas las acusaciones y había pedido una penal de 16 años de prisión. Además de la violación por la que fue condenado, había afirmado que Rangeón incurrió también en los delitos de "abuso sexual con acceso carnal continuado"; "abuso sexual con acceso carnal y estafa"; "abuso sexual simple"; "abuso sexual simple continuado"; y "abuso sexual con acceso carnal". 

La querella, a cargo de la abogada Sandra Domene, había solicitado 27 años de prisión efectiva por estos mismos delitos. Y la actoría civil, representada por el abogado Jorge Agüero, había pedido resarcimientos por el daño provocado. La absolución por la duda, aunque está claro que no exculpa al productor de moda, dejó a cinco de las mujeres denunciantes, posibles víctimas (la sentencia no dice lo contrario, solo dice que no se acercaron pruebas suficientes para quebrar la duda sobre la posible inocencia del acusado), sin resarcimiento alguno. 

El tribunal solo dispuso que Rangeón debe indemnizar con 1.500.000 pesos a la joven cuya violación consideró probada, por el daño moral y psicológico provocado. 

Por otro lado, la defensa, a cargo de Luciano Romano y Fernando Díaz Zabalaga, puede decir que obtuvo en parte lo que pretendía. En efecto, estos abogados habían pedido que Rangeón fuera absuelto, en principio, por inexistencia de los delitos y, si no, "por la duda". 

Un condenado que perdona 

"Soy completamente inocente", sostuvo ayer el productor de moda antes de que el tribunal pasara a deliberar para decidir la sentencia. Rangeón insistió en la posición que vino sosteniendo durante todo el debate, en el que trató de mostrarse como un hombre deconstruido pero cayó en frases denunciadoras de su machismo: hasta dijo que tiene amigas feministas. 

Ayer mismo volvió a manifestarse. Se ubicó por encima de las denunciantes y dijo que las perdona. "No tengo ningún resentimiento en contra de quienes me denunciaron, todo lo contrario, le pido a Dios que las ilumine, por esas acusaciones que han hecho en mi contra, que las saque de ese camino", sostuvo. 

En algún momento, al comenzar a hablar, lanzó la frase: "No me acusaron de ninguna de las denunciantes", que choca con lo que se observó en el proceso. Para reforzar su defensa, el productor aseguró, como ya venía diciendo, que nunca en "20 años de trabajo", tuvo "ningún tipo de problema, ninguna situación parecida a esta. Han pasado mil alumnas en el curso de aptitud personal, y han pasado más de 300 a 400 modelos" por la agencia, afirmó. 

En cuanto a sus pedidos de perdón celestial para sus denunciantes, otra vez el productor volvió a dedicar especial atención a la primera denunciante. "No soy el primero que ha sido perjudicado por esto. No la voy a juzgar tampoco, pero pido a Dios que la ilumine", repitió y volvió otra vez a decir que esta joven lo acusó porque "no aceptó que finalice" la relación. 

Y también recriminó que se usara "el escrache mediático", que tuviera que ver a su madre "sufrir en la forma en que ha sufrido",  "escuchar barbaridades, sin sustento alguno". "Se ríen mucho de mi situación", "enemigos, competencia, políticos, amigos, (que) ya no son amigos", enumeró. 

Por otro parte, el tribunal hizo lugar al pedido del fiscal Pablo Rivero para que se remitan copias a la fiscalía federal de Salta para que investigue la posible comisión del delito de trata de personas, que surgió de los testimonios volcados en este proceso.