La intempestiva decisión del interbloque de Cambiemos de solicitar para ayer una sesión especial en la Cámara de Diputados para declarar “servicio esencial” al transporte público, tras la prolongada huelga de choferes que paralizó por más de una semana a la ciudad de Córdoba, terminó como los propios diputados de la alianza oficialista imaginaban: en fracaso. Apenas 80 diputados (de los 129 necesarios para lograr el quórum para sesionar) se sentaron en sus bancas, entre legisladores PRO, de la UCR y la CC, sumados a los representantes del delasotismo aliados de Sergio Massa y otros diputados cordobeses. Pero el FpV-PJ, el resto del interbloque massista, el Bloque Justicialista y el Frente de Izquierda vaciaron el recinto para no avalar la restricción del derecho a huelga, sobre el que la Legislatura cordobesa buscará avanzar hoy.  

Media hora después de la convocatoria y ante el recinto raleado, el presidente del bloque FpV-PJ, Héctor Recalde, se sentó en su banca para solicitar que se declare fracasada la sesión especial por falta de quórum. Al oficialismo no le quedó otro camino que declarar el fracaso. “Estamos ante un conflicto con características politizadas. Aunque no tengamos número hoy, vamos a insistir en una nueva sesión”, aseguró el jefe del interblqoue oficialista, el radical cordobés Mario Negri. “Hay que compatibilizar los reclamos colectivos y legítimos de los trabajadores ejerciendo el derecho constitucional de huelga con el derecho de los ciudadanos a tener un servicio mínimo de emergencia en el traslado”, concluyó.