Los cinco principales productores de armas de fuego en Estados Unidos recibieron más de 1.700 millones de dólares en la última década por la venta de rifles semiautomáticos como el AR-15, según el informe del comité parlamentario que investiga la comercialización de ese tipo de armamento. El dato en sí es impactante, pero termina siendo aterrador si se lo vincula con otra suma que, precisamente, quienes defienden la libertad de estar armados se niegan a vincular: la violencia armada produjo en lo que va del año 17.196 muertos, de los cuales casi 650 son niños, según la ong Gun Violence Archive.

Estas compañías, según las conclusiones publicadas por el comité, "utilizaron técnicas de venta perturbadoras", con anuncios dirigidos a jóvenes, pensados como una manera de fomentar la virilidad, "y ni siquiera han tomado los pasos básicos para controlar la violencia y destrucción causada por sus productos".

Los datos apuntan (en este caso es correcto el término) a la compañía Smith & Wesson , que recibió "al menos" 695 millones de dólares entre 2012 y 2021. Le siguieron Daniel Defense (528 millones de dólares), Ruger (514 millones de dólares) y Bushmaster (2,9 millones de dólares), mientras que de Sig Sauer no se facilitaron cifras, ya que la empresa alegó no registrar de forma individual su venta de fusiles como el AR-15.

Para la ong Everytown For Gun Safety las cifras son aún más estremecedoras: en promedio mueren 40.620 personas cada año, lo que da un total de 111 personas por día. En el informe reprocharon a las empresas el hecho de poner a disposición de civiles armas pensadas para matar "tan rápido como sea posible" en zonas de combate. 

La industria armamentística, según el comité, se ha estado dirigiendo de forma directa e indirecta a supremacistas blancos y organizaciones extremistas durante años, "jugando con los temores de la represión del Gobierno contra los propietarios de armas y fomentando las tensiones raciales".

El estado de Texas, donde la venta de armas personales está muy poco regulada, registra una media de 3.647 muertes anuales por arma de fuego, precisa Everytown.

Según GVA, entre las personas baleadas este año, 7.626 fueron víctimas de homicidio, voluntario o involuntario, y 9.570 murieron por suicidio. Los heridos en tiroteos durante los últimos seis meses fueron 14.247 personas y hubo 371 tiroteos masivos con al menos cuatro víctimas (muertos o heridos) sin incluir al atacante.

"Hay más asesinatos en masa que días en el año", dijo el martes el senador demócrata de Connecticut Chris Murphy. Estados Unidos es un lugar donde las armas circulan libremente y la legislación difiere según los Estados,

En 2020 murieron en Estados Unidos 45.000 personas por armas de fuego, "la cifra más alta" jamás registrada, indicó la presidenta del comité, la demócrata Carolyn B. Maloney, que criticó que esas empresas faciliten ese tipo de rifles "y cuando alguien aprieta el gatillo no se hacen responsables". "No van a cambiar a menos que el Congreso los obligue a poner a la gente por encima de los beneficios", apuntó la legisladora demócrata.

En Estados Unidos, donde el derecho a poseer un arma está garantizado por la Constitución, la cantidad de pistolas, revólveres y rifles se ha disparado en los últimos años. Se vendieron casi 20 millones  de armas en 2021, según datos compilados por el sitio Small Arms Analytics. A esto se suma un número creciente de armas "fantasma", vendidas por partes sin números de serie, particularmente populares en los círculos criminales. 

En junio de 2021, el 30% de los adultos estadounidenses dijeron que poseían al menos un arma, según una encuesta del Centro de Investigación Pew. Mientras el aumento de la violencia por motivos raciales ha provocado un incremento en la tasa de posesión de armas entre la población negra, lo que ha permitido que la industria se beneficie de las compras de una y otra parte.

"El derecho a portar armas está protegido por la segunda enmienda, pero los fabricantes no tienen el derecho constitucional de efectuar una comercialización irresponsable de armas de asalto que se usan para aterrorizar a la población en todo Estados Unidos", advirtió el comité.

En junio de este año desde la Cámara de Representantes aprobaron un acuerdo para el control de armas. Esta iniciativa incluye una revisión del proceso de compra para los menores de 21 años y extiende a todo el país las llamadas leyes de "alerta de peligro" ("Red Flag"), que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos.

Los fabricantes alegaron este miércoles que el foco no debe ponerse en las armas en sí, sino en quienes las utilizan para matar. "Hace décadas no había tiroteos masivos. Lo que ha cambiado no son las armas. No hay que centrarse en el tipo de armamento, sino en las personas que pueden cometer ese tipo de actos", dijo el fundador y CEO de Daniel Defense, Daniel Marty, quien incremento sus ventas de rifles un 347% entre 2012 y 2021.

Claro, no tiene en cuenta la espiral de violencia que genera que su negocio se incremente a medida que matan personas.

Leyes contra los armamentistas

Alcaldes de unas 15 ciudades de Estados Unidos se comprometieron a presionar y exigir responsabilidades a los fabricantes de armas en respuesta a la epidemia de violencia que se vive en el país. En una reunión realizada en Nueva York, coincidieron en la necesidad de actuar ante una industria "que ha decidido poner sus beneficios por encima de la seguridad" de los ciudadanos.

Los alcaldes, entre los que se encontraba Quinton Lucas, de Kansas City, y Eric Adams, el alcalde anfitrión, dijeron que van a usar todas las herramientas a su disposición para presionar a los fabricantes de armas, y sugirieron ir a los tribunales para denunciar a los fabricantes que no evitan que las armas caigan "en malas manos".

Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, firmó una ley de control de armas que permitiría a los residentes del Estado demandar a los fabricantes de armas de la misma forma en que Texas permite a sus habitantes llevar a las cortes a los proveedores de servicios de aborto.

“Si van a usar este marco para poner en riesgo la vida de las mujeres (en Texas), lo usaremos para salvar la vida de las personas aquí en el estado de California. Ese es el espíritu, el principio, detrás de esta ley”, señaló Newsom durante la firma de la ley en Los Ángeles.

Los casos más aterradores

  • 20 de abril de 1999. Dos estudiantes mataron a 13 personas e hirieron a 23 en la escuela de Columbine, en Littleton (Colorado), antes de suicidarse.
  • 16 de abril de 2007. El estudiante Seung Hui Cho mató a 32 personas, en la Universidad Politécnica de Virginia, antes de suicidarse.
  • 14 de diciembre de 2012. Adam Lamza mató a 26 personas, entre ellas 20 niños, en una escuela primaria de Newtown en Connecticut antes de suicidarse.
  • 24 de mayo de 2014. Un joven asesinó a 7 personas tras disparar contra los viandantes en Santa Bárbara.
  • 14 de febrero de 2018. Nikolas Cruz mató a 17 personas en la secundaria Marjory Stoneman Douglas de la ciudad de Parkland donde era alumno.
  • 18 de mayo de 2018. Un joven de 17 años dio muerte a 10 personas en un tiroteo en un instituto de Santa Fe en el estado de Texas.
  • 3 de de agosto de 2019. Un hombre de 21 años asesinó a 23 personas en un centro comercial en Texas en un ataque supremacista.
  • 24 de mayo de 2022. Un joven de 18 años mató al menos a 19 niños y a una profesora en una escuela primaria de la localidad de Uvalde, en el estado de Texas. El atacante también murió.