Luego de que La voz recuperara el rating que la raptó el primer día Canta conmigo ahora, el flamante programa de Marcelo Tinelli sumó a L-Gante y al Polaco al jurado con la intención de hacerle difícil la pelea por el prime time al reality show de Telefe. En medio de ese toma y daca, Alejandro Schuster confiesa que se está cuidando la voz. No sólo porque su alergia crónica puede inicidir en ella, y más en invierno, sino también debido a la tensión de garganta que padeció hace unos días. “Hoy estoy mejor”, dice el líder del grupo Viva Elástico. Sin embargo, en esa pausa recuperatoria el músico llegó a fantasear con su participación en la telerrealidad. “El otro día me preguntaba: ‘¿Qué pasa si me presento en alguno de esos programas?’. Me parece que no encajaría en el target de competición. O tal vez sí. Por ahí puede pasar cualquier cosa. Creo que me eliminarían en la tercera vuelta”.

-Te tenés fe.

-Lo que pasa es que yo estoy para interpretar mi música. No la de otro. En el caso de que lo hiciera, sería diferente a lo que piden. Entonces no voy a poder avanzar. No cumplo con los requerimientos del estándar que ellos necesitan para desarrollar a un artista solista. Pero no es mi intención. La gente a la que admiro es todo lo contrario. Es quijotesca, especial, única. Siempre intenté crecer en la diferencia.

-Lo quijotesco, lo especial y lo único parece que no aplican en esta época al momento de hacer música.

-Estamos en un período muy reality show de todo. De la política, inclusive. En general, todo tornó hacia un lugar en el que somos espectadores de nuestra propia realidad. Pero generada en la ficción. Es como si lo que nos pasa, lo que nos duele, lo viéramos en una vidriera. A partir de las redes, la forma de vida y del consumo se banalizaron. Si los 70 fue considerada la era de la inocencia y los 90 la de la pérdida de la inocencia, esta época es de la banalización de todo.

En tanto se cumple la premonición que encierra el título del disco que disparó a Los Auténticos Decadentes hacia la popularidad (Cualquiera puede cantar), Viva Elástico presenta este jueves en La Trastienda (Balcarce 460), a las 20, su flamante álbum: Al fin será. Todo un punto de inflexión. “No hablaría tanto de cambio sino más bien de síntesis”, advierte el cantante y guitarrista sobre su cuarta producción de estudio, lanzada en junio. “Estas son las canciones que más me gustan. Este es el disco de la banda que más me gusta”. Más allá del arrebato que despierta la frescura que aún emana de este repertorio, el frontman afirma que cada material que sacaron significó una oportunidad para ser descubiertos por nuevas audiencias. “Está el público al que le gusta el primer disco, pero también está el que le gusta lo nuevo y nos conoció en la televisión mirando el fútbol. Es lo que nos está pasando ahora”.

-Pese a que salió hace tres años, igualmente incluyeron el single “Rebeldía y swing”. Para los tiempos de la música hoy, ¿no sería un tema viejo?

-Lo remasterizamos para la ocasión, al igual que “Reo y solitario”. El nuevo disco empezó con “Rebeldía y swing”, pero se fue demorando por la pandemia. Las otras canciones ya estaban prácticamente armadas. No queríamos sacar un álbum sin temas que fueran preparados para este repertorio. Si luego se convirtieron en singles fue porque la coyuntura nos lo sugirió.

-¿Qué más les cambió la pandemia?

-Básicamente nos cambió el tiempo que teníamos para producir. Todos los días avanzábamos un poquito. Aprovechamos para trabajar voces y efectos, y pasó que surgieron cosas nuevas. También llamamos a Javier Casalla para que se encargara de los arreglos de cuerdas, cerramos las colaboraciones, y convocamos a Héctor Castillo (trabajó con artistas que van desde David Bowie hasta Gustavo Cerati) para que mezclara el disco. Se armó un lindo equipo.

-¿A qué alude el título del disco?

-Es la canción que abre el disco. De eso habla el estribillo. Es un tema donde alguien se aferra a lo que más le gusta hacer. Se refiere a las cosas buenas que te acompañan, a lo que te dedicás, al camino que elegís. Cuando estaba armando la lista, me pareció que sí o sí debía ser el primer tema del disco. El disco era un “¡al fin será!”. Fue un período muy largo de espera, y de ir trabajando paso a paso. Fue intensa la producción porque duró dos años.

-Una pasaje de la canción dice “suerte que sos joven para respirar”. Lo que te pone en un lugar más maduro, ¿no?

-Tengo 35 años, y para mí soy joven.

-Para vos, ¿qué define a la juventud?

-La canción se refiere a la juventud como un acto de frescura. No a una cuestión parcial de la edad. La mirada occidental no nos permite disfrutar del camino, y nos pone a pensar todo el tiempo en el final. Eso no te hace joven.

-¿Desde hace cuánto venís pensando en esa idea?

-Desde hace mucho. Había leído el libro Cándido, de Voltaire, y también lo tocaban otros libros que leí en la Facultad. Lo importante es el desarrollo de las cosas y no el final, porque el final es muy pequeñito en comparación con lo otro. Es lo mismo que la facultad. Lo importante no es el título sino todo lo que experimentás y aprendés ahí.

-¿Qué estudiaste?

-Empecé muchas carreras, y las dejé. Estudié música, pero también Ciencias de la Comunicación y hasta Derecho. Luego decidí estar en la música a tiempo completo.

-Hoy hay una sobrepoblación de músicos y propuestas. ¿Pensás que se debe a que existe más confianza en el hecho artístico?

-Soy de los que crecieron escuchando a sus padres decir que estaba bien que hiciera música, pero que debía buscarme un plan B. Luego me di cuenta de que no era lo mejor que te podían decir. Hubiera estado bueno que me dijeran que fuera a por todo lo que quería. Buscar un plan B te quita energía. ¿Cómo podés ser bueno en algo si tenés dos planes? Hoy se toman las cosas de otra manera. Aunque ningún lugar es seguro ni nada está asegurado.

-Pero sí es una garantía que Jorge Serrano (Los Auténticos Decadentes) sea uno de los invitados del álbum. ¿Cómo fue componer con él?

-Todas las canciones fueron compuestas por mí. Incluso donde participa Jorge Serrano. Las invitaciones son siempre para cantar. Sin duda es uno de los mejores compositores del rock argentino, y hubiera sido lindo componer con él, pero en ese momento seguía la pandemia. Hablamos por teléfono, y ya era una gran alegría para mí que aceptara estar. Me dijo que le gustaba la canción así como estaba. Fue muy humilde y generoso.

-Esa colaboración los saca del nicho del indie y los ayuda a introducirse ante el mainstream.

-Nunca hubo un fundamentalismo indie de nuestra parte. Soy fan de Cat Power y de Pavament, pero el grupo desde sus inicios intentó no entrar en los esquemas del indie. También tenemos más cosas. La propuesta era un poco más alternativa.

-¿Y esta vez la propuesta se inclinó hacia el pop?

-Esa fue la intención. El pop es una cosa que necesita de síntesis. Es un disco más sintético y los arreglos son más específicos. Posiblemente lo hicimos antes, pero de una manera más pospunk. Ahora las voces tienen efectos y cosas así, lo que lo hace más colorido y texturado. Cuando lo pienso, lo veo así.