La primera víctima nombrada ejemplifica las historias desgarradoras de Grenfell Tower. Mohammed Alhajali, de 23 años, huyó de la guerra civil en Siria: el Reino Unido y el fatídico monoblock en el municipio de Kensington fueron su refugio y su final. En medio de tantas vidas sesgadas, hay historias de sobrevivientes que bordean lo milagroso. Christos Fairbairn, de 41 años, vivía en el piso 15. “Estaba viendo televisión a las 12:45 cuando me di cuenta que había un fuego en el edificio. Llamé a los bomberos y me dijeron que me envuelva en una toalla húmeda y salga. Pero abrí la puerta y el humo era tan denso que no pude salir. Entré en pánico. Empecé a golpear la ventana y gritar, ayúdenme. No pude abrir la ventana porque me quemaba. Al fin me puse un pullóver mojado y salí. Apenas podía respirar. Me tropecé con cuerpos varias veces. En el tercer o cuarto piso empecé a perder el sentido y caí al suelo. Un bombero me rescató”, contó en la pagina web de la BBC.