El Gobierno pagó en mayo unos 16.806 millones de pesos en intereses de la deuda, un 40 por ciento más respecto de igual mes del 2016, y en lo que va del año abonó unos 76.448 millones de pesos (+107 por ciento). Así lo publicó ayer el Ministerio de Hacienda en su informe de gastos e ingresos. Las erogaciones estatales destinadas a pagar deuda acumularon en cinco meses el equivalente a 5 mil millones de dólares, es decir 1 punto del Producto Interno Bruto. Estos pagos generaron un fuerte desequilibrio en el presupuesto, con un déficit fiscal financiero que se ubicó en mayo en 44.045 millones, al subir 84 por ciento, y acumuló en 2017 un rojo de 163.694 millones (+55 por ciento). Funcionarios de Hacienda, de Finanzas y de Jefatura de Gabinete ya informaron que luego de las elecciones de octubre avanzarán en un recorte de los gastos para moderar el desequilibrio de las cuentas públicas. Por ahora empezaron a probar con ajustes a sectores vulnerables como el de las pensiones no contributivas para personas discapacitados (ver nota en página 3). 

 El pago de intereses de deuda no fue el único factor de desequilibrio del presupuesto. Los gastos primarios (sin contar intereses) subieron en mayo 10 puntos porcentuales por arriba de los ingresos. El Gobierno ya no cuenta con los recursos extraordinarios del blanqueo y la recaudación tributaria sube varios puntos por debajo de la inflación. De este modo, el déficit fiscal primario sumó 27.239 millones de pesos en mayo, con un aumento de 127 por ciento respecto de igual mes del año pasado. En lo que va de 2017, se ha acumulado un rojo de 87.247 millones de pesos, al elevarse un 27 por ciento respecto al mismo período del año anterior.  

 Tras la llegada de Nicolás Dujovne al Ministerio de Hacienda, el equipo económico había prometido recomponer el equilibrio de las cuentas fiscales, pero el rojo siguió aumentando mes a mes este año. El estancamiento del mercado interno implicó el freno en los recursos tributarios, los cuales en mayo se ubicaron en 146.877 millones de pesos, con un incremento de 14 por ciento interanual. Se trata de una cifra 10 puntos porcentuales inferior respecto de la inflación. 

 Los gastos primarios, mientra tanto, totalizaron en 165.874 millones de pesos, con un alza del 25 por ciento interanual. Las prestaciones sociales subieron al 35 por ciento, en donde se destacó el aumento del 43 por ciento de jubilaciones y pensiones contributivas. En contraste, las asignaciones familiares marcaron un alza del 14 por ciento, más de 10 puntos por debajo de la inflación y otros programas sociales como el Progresar y el Argentina Trabaja avanzaron al 13 por ciento. En lo que refiere a los gastos en subsidios económicos, sumaron 18.116 millones de pesos el mes pasado, al retroceder 15 por ciento. En detalle, el informe precisó que los subsidios para energía bajaron 37 por ciento, al tiempo que los destinados para el transporte subieron un 16 por ciento. 

 Los gastos en salarios estatales se ubicaron en 23.921 millones de pesos, al avanzar en 36 por ciento. A su vez, se registró un incremento del 36 por ciento en las transferencias corrientes a provincias para educación, del 25 por ciento para salud y del 814 por ciento para desarrollo social. Esta suba se asoció con una base de comparación insignificante, puesto que en la primera mitad del año pasado se había frenado ese gasto. En cuanto a las erogaciones para universidades marcaron un avance del 33 por ciento. 

 Los gastos de capital registraron en mayo unos 18.302 millones de pesos, con un aumento del 16 por ciento. A pesar del discurso del equipo económico en el que se afirma que la prioridad es impulsar la infraestructura para dar competitividad a la economía, la inversión estatal cae en términos reales. En detalle, los gastos de capital en energía computaron una baja del 12 por ciento, al tiempo que en transporte avanzaron un 58 por ciento y en vivienda disminuyeron un 48 por ciento.