Daniel Porro, el enfermero neuquino que en julio de 2020 había sido brutalmente atacado por sus vecinos por haber contraído coronavirus, falleció el 4 de julio del 2021 tras sufrir un paro cardiaco a sus 37 años. Su padre, Miguel Porro, sostuvo que Daniel nunca pudo recuperarse "del rechazo social" que sufrió en plena pandemia.

“Aunque pudo reponerse del COVID-19, nunca se recuperó del rechazo social. Quedó asustado: le costaba dormir y andaba muy callado”, dijo Miguel en declaraciones al sitio web Infobae.

Daniel eligió la profesión de enfermero como su madre. Era un hombre solidario, trabajaba en el Policlínico ADOS y, además, atendía pacientes de forma particular”, agregó su padre.

El enfermero tenía 37 años y no se pudo reponer de las agresiones y la tensión que le provocó el golpe. "Quedó asustado, le costaba dormir y andaba muy callado", sostuvo su padre.

Porro había radicado la denuncia ante la Justicia, pero la fiscalía puso en duda su palabra. El diario Río Negro indicó que el fiscal Pablo Vignaroli sostuvo que el enfermero “tomaba bebidas alcohólicas con otras personas del barrio, fue agredido y le robaron el auto”.

El ataque al enfermero

En julio de 2020, Daniel Porro, quien ya se había recuperado del coronavirus contraído en junio, fue golpeado por sus vecinos del barrio Colonia Nueva Esperanza de la ciudad de Neuquén.

Además le incendiaron la casa y le robaron el auto y otras pertenencias.

"Me encuentro atravesando una situación de extrema violencia contra mi persona por haber tenido Covid-19”, declaró Porro a la prensa el 19 de julio.

Porro agregó que ya había recibido amenazas por parte de uno de los vecinos cuando debió aislarse en su casa, a mediados de junio, por haber dado positivo en Covid-19 y fue trasladado al hospital Bouquet Roldán.

El hombre había hecho responsables del suceso al Estado provincial y nacional "por la inseguridad que estamos pasando todos los trabajadores de salud y todos los que tenemos un Covid-19 positivo”.