Pese a sus muchos años de militante político, también su pasado como legislador y canciller, resultó una sorpresa del cierre de listas la aparición de Jorge Taiana como el compañero de fórmula de Cristina Kirchner para el Senado. Primero porque su salida del gobierno de CFK había sido complicada y, además, el Movimiento Evita, al que pertenece, es uno de los apoyos de Florencio Randazzo. En su primer día hábil como candidato, Taiana participó de la sesión del Parlasur en Montevideo –cargo al que deberá renunciar si resulta electo senador lo mismo que Daniel Filmus y Agustín Rossi, entre otros que se presentarán en octubre– y, a su vuelta, conversó con PáginaI12 sobre las alternativas que rodearon a su postulación y de cómo será la campaña que ya arranca.

–¿Cómo fue el ofrecimiento de Cristina Kirchner? ¿Ya venían hablando sobre la posibilidad de una candidatura?

–No, retomamos el contacto con el ofrecimiento de ella. Había habido algunos gestos antes. Para el 17 de octubre pasado hicimos en la UMET un acto y ella participó en videoconferencia y estuvimos charlando. Es un antecedente de nuestra buena vinculación, también las declaraciones coincidentes que hemos hecho sobre varios temas. Esta vez, ella me llamó y me hizo el ofrecimiento concreto. Hablamos un poco de política antes. Nosotros en general siempre hemos tenido buen diálogo. Tenemos facilidad para ese diálogo y cierta confianza política.

–Compartieron gestión durante varios años.

–Claro, nos entendemos con bastante facilidad. Por ejemplo, en la lectura de este proceso económico que encabeza Mauricio Macri, en el tema de cómo hay que poner el acento en la pérdida de derechos. El acto de Arsenal me hizo acordar mucho al cierre de campaña de Cristina de 2011. Aquel acto en el Coliseo donde ella, sin dirigentes porque estábamos todos sentados, presentó en el escenario a los que habían ganado derechos durante el kirchnerismo. A la científica retornada, a la de la AUH, al matrimonio igualitario, todo una serie de sectores. Ahora es lo mismo pero al revés. Estuvieron en el acto los distintos sectores pero que en vez de ganar derechos los perdieron. Y en cierto sentido me hace acordar a la campaña de 2005 también, en la que tuve un rol cercano porque era el tercer candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires y ella candidata a senadora y fuimos para derrotar a Duhalde y consolidar el proceso de transformación. Así que tenemos antecedentes y experiencias comunes. 

–¿En esa charla política previa al ofrecimiento de qué conversaron?

–Coincidimos en esto de tratar de interpretar, es algo en lo que insiste mucho Cristina, expresar las preocupaciones y las necesidades de la gente y de los distintos sectores que están siendo afectados. Perdón: de los que son afectados y de los que van a ser afectados. 

–¿Usted pertenece a la conducción nacional del Movimiento Evita pero allí decidieron apoyar la candidatura de Florencio Randazzo? ¿Cómo quedó su posición ahora?

–Es un desacuerdo que yo he tenido, obviamente. Yo lo expresé con anterioridad, no apoyé esa decisión. Ahora lo que voy a hacer es pedir licencia, no voy a seguir participando de las reuniones de la conducción. Yo aposté mucho al concepto de unidad, es algo muy importante. En general se tiende a pensar que las elecciones de medio término son parar abrir, para mostrar todos los matices, los diferentes proyectos, para ampliar espacios, porque no se define el Ejecutivo. Por distintas razones que tienen que ver con la situación que atraviesa Argentina, estas elecciones de octubre son distintas. Hay una definición política detrás fuerte. Está claro que el Gobierno busca validar el triunfo de 2015 para seguir con la profundización de un modelo neoliberal. Si el Gobierno sigue avanzando, arrasando con conquistas y con un modelo de país con una integración productiva y un desarrollo sustentable, para imponer el modelo de una Argentina agroexportadora, extractiva de hidrocarburos y minerales y un poquito de turismo y servicios. Esa batalla política requiere de un esfuerzo de unidad grande.

–¿Es cierto que usted hizo de nexo para el diálogo que mantuvieron Cristina Kirchner y Randazzo el día antes del cierre?

–Fue un último esfuerzo para que se viera que nosotros teníamos voluntad de unidad. Es lo que hicimos en Capital Federal con éxito. No fue fácil pero ahí con un grupo de compañeros logramos hacer un esfuerzo de unidad al que se sumaron otros sectores por fuera de peronismo incluso. Hay que hacer un esfuerzo para lograr una respuesta política que permita defender mejor los derechos de las mayorías, la posibilidad de un país más inclusivo y con mayor justicia.

–¿Randazzo se equivoca en su planteo sobre la necesidad de “renovar” el peronismo? 

–La realidad ha demostrado que cómo se procesan las derrotas son temas a veces complejos. Se puede volver al modelo de la renovación luego de la derrota de 1983 que encabezó Antonio Cafiero, pero lo cierto es que hoy el peronismo no está en la misma situación que estaba en 1983. La elección de 2015 es una derrota electoral pero encuentra a una ex presidenta que tiene dos mandatos cumplidos y el apoyo significativo de un sector social. Otros caminos de la renovación, ya sea en el peronismo bonaerense o en otros lugares, no han logrado destacarse. Me parece claro que hoy el rol central en el peronismo como punto de acumulación de la oposición lo da Cristina. Esa es la realidad, por eso hay que sumarse a eso. 

–Randazzo recibió ayer críticas en las redes porque su primer mensaje fue para criticar una declaración de Fernanda Vallejos, la candidata a diputada de Unidad Ciudadana.

–Por eso, cuando se habla de esfuerzo de unidad es que hay que hacer un esfuerzo. Y la necesidad de la unidad está por encima de matices y de expectativas personales. Lo que muestra la realidad es que la fuerza más importante de acumulación dentro del peronismo y del movimiento popular es Cristina. 

–¿Ya conversaron acerca de cómo será la campaña?

–Hablamos algunas cosas. Sin dudas tendrá un eje centrado en buscar interpretar lo que le está pasando a las personas. Hablar de quiénes pierden derechos, hablar de cómo se los defiende y hablar de cómo se los puede recuperar. Nuestro esfuerzo en la campaña irá en esa dirección. Lo que expresó Cristina en su acto y lo que expresa mucho de la lista de candidatos es eso. Hay allí desde un ex presidente del Conicet a gente vinculada con los sectores productivos y de otros sectores con los que realmente se busca hacer una renovación. Eso sí que es una renovación política. Estaba leyendo hoy un tuit de Iñigo Errejón, de Podemos, que hablaba de un gran acto que hizo el laborista inglés James Corbyn, que es un fenómeno interesante. A Corbyn lo daban muerto a fin del año pasado, había perdido las elecciones municipales, le iba terriblemente mal. Y Corbyn tuvo un impacto en los jóvenes, logró una gran movilización de jóvenes que politizó e incorporó al Partido Laborista y en estos últimos tres meses logró, hablando de los problemas concretos de la gente, una recuperación muy grande del caudal político del laborismo que parecía que iba al desastre. Creo que hay cambios en la política, cambios en el sistema de partidos, y de alguna manera Unidad Ciudadana intenta expresarlos más adecuadamente. 

–¿Unidad Ciudadana excede a lo que podría considerarse el peronismo tradicional?

–Yo soy muy peronista. Así que creo que las banderas de justicia social, de independencia económica y soberanía política son banderas, no sólo históricas, sino muy presentes y muy decisivas para el peronismo. Lo que hay que hacer es interpretarlas. El peronismo siempre ha tenido una vocación por un lado frentista y por el otro transformadora. De lo que se trata el peronismo es de transformar, de hacer por lo que menos tienen, de reconstruir el tejido productivo. Los que defienden las banderas del peronismo están en las listas que encabeza Cristina.

–Es ex canciller y pertenece a la mesa directiva del Parlasur, ¿los temas internacionales van a estar en la campaña?

–Hay un par de cuestiones. El tema de la integración es un tema que hay que tocar porque la están debilitando enormemente. Y hay que hablar también de las negociaciones Unión Europea-Mercosur de la cual sabemos de verdad muy poco. El Gobierno está diciendo que va a haber un acuerdo antes de fin de año y es muy difícil que ese acuerdo pueda resultar equilibrado. Es un tema que también nosotros tenemos que poner en agenda.