“Adiós a las armas, adiós a la guerra y bienvenida la paz”, con esas palabras las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia culminaron formalmente el proceso de desarme, estipulado en los acuerdos de paz celebrados en noviembre pasado entre el presidente Santos y el líder del grupo guerrillero Rodrigo Londoño Echeverri, "Timochenko". En Buenavista, el antiguo refugio de las FARC, la guerrilla puso fin a la lucha armada y se comprometió a llevar adelante otra lucha “pacífica y civilizada”. 

Santos y “Timochenko” compartieron un acto simbólico en el municipio de Mesetas, una de las 23 Zonas Veredales Transitorias de Normalización, contempladas para facilitar la reincorporación a la vida civil de los antiguos guerrilleros. “Este día no termina la existencia de las FARC. En realidad a lo que ponemos fin es a nuestro alzamiento armado de 53 años, pues seguiremos existiendo como un movimiento de carácter legal y democrático que desarrollará su accionar ideológico, político, organizativo y propagandístico por vías exclusivamente legales, sin armas y pacíficamente", subrayó un enfático "Timochenko". quien recordó que la guerra nació “del cierre de las vías legales”. 

Mientras tanto, la ONU señalará los depósitos de armas residuales del grupo insurgente, una tarea que debería finalizar para el 1 de septiembre. 

"Hoy, 27 de junio, para mí, y creo que para la inmensa mayoría de los colombianos, es un día que jamás olvidaremos”, celebró Santos después de que "Timochenko" destacara la actitud de la guerrilla de honrar su palabra e instara al Gobierno a cumplir con la suya. “Debe cesar toda persecución política”, alertó el líder de la FARC, quien además afirmó que ellos “no le fallaron a Colombia”.

El jefe de Estado manifestó su emoción al constatar “el fin de esta guerra absurda que no sólo duró más de cinco décadas” y resaltó que el conflicto dejó ocho millones de víctimas y más de 220 mil “compatriotas muertos”. "Lo que celebramos hoy los colombianos es que las armas que alguna vez se levantaron para atacarnos entre nosotros serán guardadas y selladas en contenedores de las Naciones Unidas", añadió el último Premio Nobel de Paz. 

En el acto participaron también el jefe de la misión de Naciones Unidas, Jean Arnault, a cargo del proceso de desarme; representantes de los países garantes del acuerdo de paz, Noruega y Cuba; la cúpula de la guerrilla y representantes del Congreso y la Unión Europea.

"Consideramos que el compromiso con la entrega de armas individuales adquirido por las FARC ha sido honrado", expresó Arnault, tras recordar que el lunes la ONU certificó la entrega de 7132 armas individuales.