El cosmos de los portales de videoshare XXX tiene todavía algunos resquicios por resolver. Internet fue más rápido que la industria y falta para poder encontrarle la vuelta a la masificación lograda. ¿Cuál es el asunto por estos días? La monetización y el retorno a sus protagonistas. “La gente quiere todo gratis y mucho más las cosas como el porno”, sugiere la actriz argentina María Riot. “Lógicamente, mi pensamiento al respecto no es nada positivo”, suma la española Amarna Miller. En más de una oportunidad, el director Víctor Maytland decretó el estado crítico del porno nacional como consecuencia de lo complejo que resulta hacer dinero vía internet, considerando las infinitas opciones gratuitas. El aporte práctico de Riot: “Dejé de comprar algunas cosas innecesarias y pago por algunas productoras de porno que me gusta lo que hacen. Porque no es que no podamos hacerlo, la mayoría no quiere o ni se lo plantea”. Este presente genera una situación nebulosa: los protagonistas no paran de popularizarse pero es muy poco el dinero que les vuelve. “Que terceros se dediquen a explotar mi imagen sin que yo reciba ningún tipo de regalía es un buen ejemplo de la precariedad laboral a la que nos enfrentamos en la industria del cine X”, reflexiona Amarna. “Hay muchas cosas que deberían cambiar en la industria pornográfica, solo hay que buscar la manera”, cierra María.