Otra vez los barras impusieron su voluntad en el fútbol argentino. Así como hace un mes se salieron con la suya en Temperley, cuando el ex presidente Hernán Lewin decidió renunciar para no ceder a los aprietes de la barra que maneja la tribuna de ese club del sur del Gran Buenos Aires, ayer el secretario de Newell’s, Claudio Martínez, dimitió a su cargo en medio del clima de violencia desatado por la interna en la hinchada del club rosarino, según confirmó el prosecretario José Menchón.
El directivo renunciante, quien llegó a la conducción del club hace cinco meses, en las elecciones anticipadas que llevaron a la presidencia al empresario y ex jugador y técnico Eduardo Bermúdez, había sufrido dos ataques a balazos en su domicilio: el viernes 5 de agosto, a la madrugada, siete proyectiles impactaron en el frente del edificio, y un mes después, el 4 de septiembre a las 6 de la mañana, otra ráfaga de disparos arreció sobre el inmueble. Dos personas fueron detenidas y quedaron imputadas por el segundo hecho. Estos atentados lo llevaron a pedir licencia, la que en la noche del lunes pasado se transformó en renuncia.
“Intentamos convencerlo para que se quede, pero no quiso modificar su decisión”, declaró Menchón en Radio Dos ayer. “Para no- sotros, Martínez es un valor muy importante y no queremos que se vaya por estos motivos”, añadió el dirigente. A pesar de la dimisión, el renunciante participó ayer a la mañana de una reunión convocada por el Ministerio Público de la Acusación santafesino para informar sobre el estado de las causas que investigan la sangrienta interna de la barra brava del club de Parque Independencia. Precisamente, ayer se lo consultó a Menchón acerca del vicepresidente Cristian D’Amico, cuya camioneta fue baleada en la noche del pasado miércoles 9 de noviembre cuando circulaba junto a su hijo de 10 años. “Está trabajando normalmente en el club, con las medidas preventivas del caso”, informó Menchón.
Martínez se había reunido con el jefe de la barra brava Matías “Cuatrerito” Franchetti en las instalaciones de Newell’s en la tarde del 7 de junio. Cuando salió de esa reunión, frente a la puerta 6 del estadio Coloso Bielsa, Franchetti caminaba acompañado por los otros jefes de la barra, Nelson “Chivo” Saravia y Maximiliano “Cabezón” Larroca, y fue asesinado a balazos. Asimismo, Martínez se habría reunido también con el Cabezón Larroca, quien luego también fue muerto a balazos la noche del 26 de junio, cuando bajaba de su auto frente a una farmacia en la avenida Pellegrini y Camilo Aldao, a unas veinticinco cuadras del estadio rojinegro.
El secretario Martínez se fue tras dos ataques a su domicilio
Renuncia en Newell´s por la barra

Este artículo fue publicado originalmente el día 23 de noviembre de 2016