El gobierno de Estados Unidos señaló este viernes al vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, como una persona corrupta por haber ofrecido un soborno de más de un millón de dólares a un funcionario público.

“Hoy el Departamento de Estado designó al vicepresidente paraguayo Hugo Velázquez y al asociado Juan Carlos Duarte como inelegibles para ingresar a los Estados Unidos por estar involucrados en actos de corrupción significativos. Estamos comprometidos a apoyar la democracia y promover la responsabilidad de los funcionarios corruptos”, informó a través de Twitter el secretario de Estado, Antony Blinken.

Tras el anuncio, Velázquez se declaró inocente y aseguró a los medios locales que intentará limpiar su nombre. Posteriormente, informó que, además de dejar su cargo de vicepresidente, renunciará a su candidatura presidencial. Velázquez era precandidato por el sector oficialista Fuerza Republicana, que lidera el presidente Mario Abdo.

"Cayó como un balde de agua fría (...) En mi carácter de precandidato a presidente de la República, teniendo como discurso la lucha contra el crimen organizado, eso me deja mal y tengo que ser consecuente", dijo.

Velázquez concluyó que “quiere salir como un ciudadano común a defender lo que considera una injusticia” y que “hay una laguna en el caso”.

Esta medida, que también incluye a su esposa e hijos, es una sanción de por vida que le prohíbe, entre otras cosas, ingresar al país y acceder a su dinero en cuentas norteamericanas.

El caso Cartes

Hace tres semanas, el embajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield, informó que el expresidente paraguayo Horacio Cartes (2013-2018) fue agregado a la Lista Engel de políticos y empresarios “significativamente corruptos” por obstrucción en una investigación transnacional.

"Cartes utilizó la Presidencia de Paraguay para obstruir una investigación que involucraba a su socio", señaló Ostfield en referencia al cambista Darío Messer, quien era investigado por casos de corrupción en Brasil, estuvo prófugo de la justicia y fue detenido posteriormente en Paraguay. Se sospecha que ambos eran socios y que el expresidente lo ayudó a ocultarse. De acuerdo al diplomático, esa asociación "le permitió a Cartes participar en actividades corruptas, terroristas y otras actividades consideradas ilícitas por Estados Unidos".

Según Estados Unidos, “la obstrucción de Cartes fue diseñada para mitigar el riesgo político y legal para sí mismo”, lo que le permitió “seguir participando en actividades corruptas, incluyendo sus lazos con organizaciones terroristas”.