El coordinador de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), integrante del directorio de Trabajadores de la Tierra y director del Mercado Central, Nahuel Levaggi, celebró este lunes la inauguración la semana pasada del Mercado de Lomas. Aseguró que es un movimiento importante del Gobierno provincial en la lucha contra “los sectores privados que utilizan el alimento como una mercancía para especular y subir precios”.

En el Mercado de Lomas, que funcionará dentro del predio de la terminal de Puente La Noria (Presidente Perón 5400, Fiorito), productores locales tendrán puestos de carnicería, verdulería, fiambrería, pollería, pescadería, panadería, productos secos y artículos de limpieza que costarán un 20 por ciento menos que los Precios Cuidados.

En ese espacio no deben pagar alquiler ni servicios y se subvencionan parte de los costos. Se firmaron convenios para abrir mercados en los municipios de Almirante Brown, Florencio Varela, Morón, San Martín, Quilmes, Escobar, Malvinas Argentinas, Ensenada, Avellaneda y Merlo.

Sirve para generar mercados minoristas con acceso a elementos de primera necesidad y donde se eliminen eslabones de intermediación. Nosotros como UTT venimos planteando esto hace mucho. El esquema minorista del Mercado Central es algo para replicar”, comentó Levaggi consultado por AM750.

Y añadió: “Son espacios en donde también llegan directo productores y productoras. Este fue el primero de varios que si los intendentes y el gobierno provincial avanzan rápidamente, tendría que estar sucediendo. Tiene que ver con generar núcleos de acceso minorista que sean referencias de precios para los costados”.

También explicó que la llegada directa del productor genera “una conciencia social sobre el rol que tiene el alimento, que es un derecho más que una mercancía”. “La idea es hacerlo en lugares de proximidad para que los vecinos se puedan acercar. Es una propuesta hacia una política activa de los municipios”, añadió.

Luego, finalizó: “Hay dos grandes responsabilidades en lo que son los precios de hoy en día: por un lado, los sectores privados que utilizan el alimento como una mercancía para especular y subir precios; y después la responsabilidad del Estado de ver cómo interviene para garantizar el bolsillo y la mesa de todos y todas”.