El juez Federico Diez, de la Sala VII del Tribunal de Juicio, denunciado por violencia de género, juzgará de nuevo un femicidio. Esta vez se trata del crimen de Martina Juliana Díaz, asesinada en Angastaco en mayo de 2019, cuando tenía 25 años. El acusado es su ex novio, Gregorio Osvaldo Suárez. Está previsto que las audiencias se extiendan desde este martes 16 de agosto hasta el viernes 19 de agosto.

Suárez llegará a juicio acusado por femicidio, agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegítima de armas. El crimen contra Díaz fue cometido el 15 de mayo de 2019, en el paraje rural El Catriel, jurisdicción del municipio de Angastaco, en el departamento de San Carlos.

En el juicio intervendrá la fiscala de la Unidad de Femicidios (UFEM), Mónica Poma. La defensa estará a cargo del abogado Marcelo Di Bez.

La noche del 15 de mayo de 2019, alrededor de las 23, la madre de la víctima recibió un mensaje de whatsapp de su hijo E.G., que le decía que había llegado a El Catriel y había encontrado a su hermana Martina herida de bala.

Para la Fiscalía, Suárez le disparó a la joven en la zona abdominal, tras una discusión. Díaz falleció el 16 de mayo de 2019. Luego del hecho, el agresor huyó. 

Según informó la Fiscalía, pudo conocerse por testigos que Juliana Díaz mantenía una relación de noviazgo con el acusado, quien esa noche se encontraba alcoholizado y comenzó a violentarla. Luego, se escuchó un disparo. 

La joven pidió auxilio y antes de fallecer dijo a uno de los testigos que Gregorio le había disparado, y que luego se deshizo del arma.

Suárez fue localizado por personal policial de Cafayate, ciudad distante poco más de 74 kilómetros de Angastaco, en una zona inhóspita, limítrofe con la provincia de Catamarca. El Ministerio Público Fiscal había informado que estaba escondido en una cueva.

La fiscala María Luján Sodero Calvet intervino en la investigación penal preparatoria e imputó a Suarez por el femicidio. El hombre prestó declaración en ese momento y negó que hubiera mantenido una relación con Díaz, aduciendo que se encontraba en estado de ebriedad la noche del crimen. Luego, mediante tareas investigativas, la Fiscalía pudo comprobar por una nota que escribió el propio acusado, antes del crimen, que mantenía con la víctima una relación sentimental, lo que agrava la acusación por el vínculo.

Los antecedentes del juez

El juez Federico Diez fue denunciado hace 6 años por su expareja. Estuvo imputado por lesiones agravadas por la relación preexistente y por constituir violencia de género; desobediencia judicial y amenazas con armas. Esta acusación, que nunca llegó a dilucidarse públicamente debido a las idas y vueltas del caso, genera preocupación por aquello de la perspectiva de género que deben tener lxs magistradxs a la hora de intervenir en causas judiciales relacionadas con la violencia hacia las mujeres, cuya manifestación extrema son los femicidios.

El magistrado fue suspendido de sus funciones en 2018 por una resolución del Jurado de Enjuiciamiento, que preveía que en dos años ya podría resultar sobreseído o condenado. Sin embargo, desde diciembre de 2020, el juez volvió a ejercer como tal, mientras persistía la causa.

El Poder Judicial informó este año a Salta/12 que la causa contra el juez prescribió luego de un "acuerdo extrajudicial entre las partes". La denunciante había esperado 5 años el juicio, hasta que finalmente desistió del proceso.

El año pasado, la Multisectorial de Mujeres se pronunció repudiando que el juez Diez juzgara el femicidio de Jimena Salas, estando en ese momento aún imputado. En aquel momento, desde la organización habían señalado "las deformaciones de un sistema judicial -con funcionarixs sin idoneidad ni sentido ético- que tornó al sistema en imperfecto, deficiente y perverso, podrían permitir, una vez más, que un juez imputado por violencia de género, juzgue y emita sentencia, en un caso de violencia de género. Muy lejos, de las altisonantes prescripciones del Código de Ética adoptado por la Corte de Justicia de Salta". La Multisectorial sostuvo entonces la imperativa necesidad de "una Reforma Judicial, con perspectiva popular y feminista".

Este año Diez también juzgó el femicidio de Agustina Nieto, y esto también generó preocupación y repudio en la familia de la víctima.