El asesinato n° 180 de este año en Rosario es uno de esos que, por la víctima y las circunstancias en que ocurrió, impactan más que otros e interpelan a la reciente gestión del ministro de Seguridad, Rubén Rimoldi. Por eso ayer pronto empezaron a trascender puntas de investigación en la causa que debe impulsar el fiscal Ademar Bianchini, en torno al crimen de la enfermera Joana Belén Ortolán, ocurrido el lunes de madrugada, al término de una fiesta en barrio Triángulo. La profesión de la joven mujer –de 31 años y madre de dos niños– motivó una asamblea gremial en el Hospital Centenario, donde trabajaba, por el recurrente reclamo de seguridad donde el mes pasado fue baleada una empleada de vigilancia en ese centro médico. Pero el crimen ocurrió lejos de allí y en circunstancias particulares

Los primeros pasos en la pesquisa enfocan la hipótesis de un atentado mafioso dirigido al lugar donde esa noche se realizó el encuentro al que la víctima había asistido: un festejo de cumpleaños. La casa –dijo una fuente cercana a la investigación– es un inmueble deshabitado, en Gaboto al 5300, pero utilizado de manera frecuente para fiestas clandestinas, según refirieron vecinos de la zona.

Los homicidas, a eso de las 5.30 de la madrugada, llegaron en un auto de color blanco y abrieron fuego a mansalva. En la calle estaba estacionado un Volkswagen Fox, y allí aguardaba ya de regreso a casa la mujer que resultó acribillada. 

La balacera tuvo por lo menos siete disparos, entre los que acertaron al auto y los que impactaron en la fachada de la casa en cuestión. Pero uno solo le acertó en el pecho a Joana Ortolán y la atravesó. Murió a poco de que la llevaran al Heca.

Los investigadores suponen que Ortolán fue víctima casual del atentado mafioso contra la casa. Pero hay otra cuerda de investigación que enfoca al dueño del automóvil baleado acaso como destinatario del ataque. Ese hombre era conocido de la mujer asesinada, y fue quien la socorrió y llevó urgente hasta el Hospital Clemente Álvarez. 

Esta misma hipótesis añade una relación anterior de la víctima con Fernando M., detenido actualmente por una condena a 18 años de prisión por varios delitos conexos, y acusado de ordenar desde prisión el año pasado el asesinato de un hombre, en barrio Tiro Suizo, con quien tenía negocios de venta de drogas en zona sur. Este convicto, según una fuente de la pesquisa, tuvo dos hijos con Joana y está preso. Ella lo habría visitado incluso en prisión, según refirió una fuente consultada por este diario.

En el Ministerio Público de la Acusación vinculan a ese hombre con Ariel "Guille" Cantero, jefe del clan Los Monos. En noviembre pasado lo imputaron por un par de balaceras contra el Sindicato de Peones de Taxi, causa en la que también cayó el ex secretario general de ese gremio, Horacio Boix.

Desde el entorno de la víctima negaron esta posibilidad. "Nada que ver, ella vivía para sus hijos y su trabajo", dijo alguien cercano.

Mientras tanto, los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) tiene para relevar imágenes de unas 15 cámaras de videovigilancia y privadas que servirían para indagar en la escena del crimen, el antes y el después. 

"Madre, hija, amiga, enfermera, mujer independiente que -como todos- salía a ganarse el pan", expresaron sus compañeres desde el lunes en Facebook. "Estarás en nuestros corazones por siempre. Estamos de luto. Todos somos Joana", indicaron. Y en medio de la consternación, en el Centenario donde Joana trabajaba como enfermera de terapia intermedia, el sindicato Upcn realizó una concurrida asamblea en reclamo de justicia y seguridad. 

Sucede que en ese mismo hospital de Urquiza y Francia una empleada de seguridad fue atacada en la puerta, con un arma, el 3 de julio pasado. Estela Maris, jefa de la joven dijo ayer en LT8 que "desde 2017 Joana estaba trabajando acá. Era una persona muy especial, muy querida, un ser alegre, muy buena enfermera, con dos hermosos hijos y una familia que la acompañaba. Ella tenía franco ayer y hoy", contó.

El crimen de Ortolán se suma a los 44 femicidios y trans/travesticidios relevados este año en la provincia por el observatorio Mujeres, Disidencias, Derechos, de la organización Mumalá.