En una jornada en que la CGT, la CTA y las organizaciones sociales afines al Gobierno realizaron un masivo acto en el Congreso, sectores que integran el Plenario del Sindicalismo Combativo junto a los movimientos nucleados en la Unidad Piquetera y partidos de izquierda se manifestaron en Plaza de Mayo. A diferencia de las centrales gremiales que tuvieron a la "lucha contra los especuladores" como consigna, el acto frente a Casa Rosada tuvo como principal destinatario al Gobierno, a quien señalan como "cómplice de la situación económica". Salario igual a la canasta básica, aumento de las jubilaciones, actualización en los montos de los programas sociales y un bono de emergencia para trabajadores precarizados y jubilados: esos son algunos de los reclamos que expresaron en la Plaza de Mayo. “Ninguno de estos temas estuvieron en el acto de la CGT”, afirmaron.

Una vez más, la calle fue escenario de protestas. Una vez más, los movimientos sociales salieron a reclamar. Sobre Avenida de Mayo, a la altura de Chacabuco, apenas media cuadra separaba a los últimos militantes del Movimiento Evita de las primeras banderas del MST, que se dirigían hacia la Plaza. Desde allí se escuchaban los cantos contra la CGT: "¿Dónde están los Gordos Daer y Moyano?"

En diálogo con Página/12, el legislador porteño y dirigente del Partido Obrero, Gabriel Solano, señaló: “Su paro es contra los formadores de precios. A nosotros nos parece que el Estado también es un formador de precios, es el que aplica el aumento de tarifas, el precio del dólar, las tasas de interés”. Además, afirmó que ante la ausencia de demandas concretas por parte de las centrales gremiales, las organizaciones de izquierda optaron por no adherirse al acto del Congreso. “Si la CGT hubiese convocado un paro con objetivos claros, hoy estaríamos juntos en la marcha, aunque seamos opositores a su dirección”.

La semana pasada, tras el acampe en Plaza de Mayo, una delegación de Unidad Piquetera entregó una nota en el Ministerio de Economía, solicitando una reunión con Sergio Massa. Al respecto, Solano dijo que “ni siquiera nos contestaron”. Por otra parte, señaló que la reunión pactada con el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, “ahora está en cuestión”. Y remarcó que es un “tema sensible, porque hoy los comedores populares no tienen alimentos, están vaciados”.

La convocatoria fue anunciada el 8 de agosto, cuando la Mesa Nacional del Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC) resolvió manifestarse “de forma independiente y alternativa” al acto que las cúpulas sindicales de la CGT y la CTA ya habían confirmado para hoy miércoles. A partir de allí se sumaron las organizaciones políticas y sociales que se dieron cita en la Plaza de Mayo. La concentración estaba prevista para las 15, pero fue cerca de las 17 cuando las columnas del MST y el PO ingresaron de lleno a la plaza, desde Avenida de Mayo y Diagonal Sur, respectivamente.

Momentos antes del acto, el secretario general de CICOP y coordinador de la Mesa Nacional del PSC, Guillermo Pacagnini, aseguró que se da “un gran contraste” entre ambas movilizaciones, ya que las centrales gremiales “salieron a respaldar a Massa, y no están levantando los reclamos que necesitan las y los trabajadores”. Para el dirigente, “los tarifazos, los recortes en planes sociales, las inspecciones como maniobra para desarticular el manejo democrático de la ayuda social” constituyen medidas que van a profundizar la inequidad del país. “Planteamos que hay una salida diferente, cobrando fuertes impuestos a los que más tienen, nacionalizando el comercio exterior. Hoy no hay control, al contrario, subsidian con el dólar soja a los exportadores”. Y señaló, frente a las críticas que reciben las organizaciones de izquierda: “Siempre nos dicen que tenemos que apoyar porque si no viene la derecha. La discusión es ¿cómo se frena la derecha cuando la tenes dentro del Gobierno?"

La dirigente nacional del MST-FIT Unidad, Celeste Fierro, ponderó a “todos los decepcionados de este gobierno” y los convocó a “luchar en las calles por salario y trabajo genuino, por mayor asistencia social, anular los tarifazos, cortar con el FMI y reestatizar las privadas que siguen acumulando ganancias mientras nosotros somos cada vez más pobres”.

Silvia Saravia, coordinadora nacional de Libres del Sur, manifestó a este medio que “no tenemos problema con que nos auditen, pero queremos que la vara sea igual para todos”, en referencia a las auditorías que anunció el ministro de Economía sobre los beneficiarios de planes sociales. Algunas denuncias de los últimos días ponen el foco en que las universidades no estarían participando del operativo, como se planteó originalmente, sino que serían los gobiernos locales: “Es evidente que se va en la línea de meter miedo a la gente, en lugar de buscar acompañar el proceso que se hace", advirtió Saravia.

Durante el acto, oradores de las distintas entidades gremiales manifestaron las demandas que hoy tienen y que los diferencian de los sindicatos concentrados en el Congreso. "El sindicalismo combativo decidió hoy darle la espalda a esos gremios", señaló el secretario general de la Unión Ferroviaria, Rubén “Pollo” Sobrero. Y llamó a los trabajadores a que “rompan con la burocracia” y con los “partidos del sistema”.

También exigieron un paro general para dar fuerza a sus reclamos. “El único lenguaje que va a entender este gobierno es el lenguaje de la movilización”, dijo a Página/12 la diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman. Y señaló que “el camino del FMI impone las condiciones que se están viviendo”. Para Bregman, “la convocatoria y el acompañamiento que tuvo la marcha de Congreso demuestra que la clase trabajadora está dispuesta a luchar contra el ajuste, vemos que la voluntad de pelear está, pero hay que organizarla”.

Aquella marcha, la de las centrales gremiales, ya estaba desconcentrando. Entre los movimientos sociales que acompañaron la manifestación se encontraba la UTEP, de Juan Grabois. Para el dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, esto constituyó “un retroceso” del referente del MTE. Sostuvo que, aunque recientemente “tuvieron un acercamiento a aquellos que luchamos con más convicción acerca de la situación social y caracterizaron al Gobierno como un gobierno ajustador”, los dirigentes de la UTEP “se han retirado del escenario”. Belliboni afirma que en la marcha de la CGT “no hay un reclamo para los desocupados” y ni siquiera se tiene en cuenta el reclamo de un Salario Universal que impulsaba el propio Grabois.

Informe: Diego Castro Romero