Contame carnaval parece un EP pandémico pero, según revela Martín “Pitu” Frontera, letrista de Los Garciarena, esa afirmación es sólo una verdad a medias. “En realidad teníamos muchas cosas escritas de antes, pero en cuarentena sacar estos tres temas fue lo que nos dio trabajar con la forma minúscula en la que podíamos explayarnos en cuanto a producción en ese momento”, explica. 

La banda murgotanguera, o de “ritmos citadinos”, como prefieren ellos, presentará este viernes y sábado en Galpón B (Cochabamba 2536) Contame carnaval y otro material en el que estuvieron trabajando en los últimos meses. La cosa, aseguran, será “puntualísima a las 21” porque tienen mucho para proponer en cada fecha. La del viernes abrirá la velada el grupo murguero “La locura de Boedo” y los invitados durante su show serán cantores de tango (Facundo Radice y Eva Fiori). El sábado se invertirá el tono y la apertura será tanguera con el dúo Arce-Latini punteando la guitarra inicial y muchos invitados del paño carnavalero –bailarines de Ciudad y conurbano incluidos- para complementar la apuesta.

Lo curioso del caso es que el disco se escucha como un disco pandémico. Aun cuando las letras son previas. Pero tampoco es que Pitu hiciera futurología. “Pasa que las canciones se van releyendo, como cualquier arte y una de las características de la murga, de su estructura, es la retirada, que tiene una cosa nostálgica por el Carnaval que vendrá, el que se fue, a dónde irá, y eso terminó siendo muy empático con lo que pasaba en pandemia cuando no se podía salir a la calle, ¡y muchos menos con una murga! ¿Adónde iba una murga en cuarentena? Se generó un convite ahí y muchos agarraron la interpretación de las canciones para ese lado”, reflexiona Frontera.

“A cada artista la pandemia le pegó diferente. A mí, que escribo, me anuló absolutamente, hay pibes que se pusieron re creativos, produjeron un montón en lo musical o escribieron, a mucha gente la introspección le sirvió para producir; a mí no, al contrario”, recuerda. A Frontera y Los Garciarena les costó acostumbrarse a la virtualidad. “Tenemos una esencia que alguien definió como ‘el club con motor que se disfraza de micro’, nosotros somos eso: el contacto, el itinerar”, considera. “Mi género es la música citadina, de porteñidad, la música de lo que nos pasa, lo que vivimos. Y ese encierro para quien curte la bohemia o la calle, era no vivir. Así que en cierto modo se quedó sin motor ese micro. Pensaba que si la vida era esto, no sé si la quiero”, plantea. Las exigencias de la virtualidad, además, ponían una presión extra, la de mostrar y figurar, la de “generar contenido” porque “sino uno siente que pierde vigencia”, y una voluntad que flaqueaba con cada extensión de la cuarentena.

Contame carnaval finalmente salió en 2021 cuando, aunque se avizoraba el fin de la pandemia, aún le quedaba resto en el carretel, mientras que ya la dinámica cultural y musical había cambiado notablemente. El nuevo standard del streaming, más enfocado en los EPs y los singles los obliga a repensar su propuesta. “Ahora todo tiene una dinámica de ser urgente y constante y nosotros venimos con el chip anterior, el de un disco”, reflexiona Frontera. Su costado murguero tiene muy incorporada la estructura carnavalera con sus segmentos y géneros bien marcados (como el cuplé, la matanza, la retirada, etcétera), algo que no se lleva muy bien con la brevedad actual. “A mí otra cosa que me cuesta es que se perdió el packaging, algo que en la obra de una banda había un 10 por ciento estético que se plasmaba ahí, algo visual que venía de la mano de la música”, lamenta.

Pero el aire nuevo post-pandémico los renovó. “Ahora empezamos a reactivar las producciones nuevas. En pandemia trabajamos eso que ya más o menos teníamos para armar. Ahora lo que nos ocupa es salir al ruedo. Porque de golpe, salir también costó, ¿no? Te falta una gimnasia”, observa. La apertura trajo otro impulso que fue concretar, finalmente, la declaración de interés cultural que la Legislatura porteña les otorgó antes del covid. Pasada la cuarentena, lo celebraron en la puerta de Luzuriaga Club Social ante un montón de amigos y seguidores.

Frontera no tiene intención de frenar la marcha. “Ahora produjimos una serie de espectáculos para todo el año, acá en Capital y también federalizando la movida, para engrasar la máquina de trabajo de nuevo. Queremos recuperar la gimnasia de recreo, de que suene el timbre y salir a la cancha”.