La inauguración del primer Festival Internacional de Cine de los Países del Sur del Mundo (Ficsur), organizado por el Grupo Octubre, fue una verdadera fiesta celebrada por seiscientas personas que colmaron el auditorio de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) el sábado por la noche. Allí estuvieron presentes autoridades del Grupo Octubre, embajadores y agregados culturales de algunos de los países representados por sus películas en el Ficsur, la gran actriz brasileña Sonia Braga –reconocida como madrina de la muestra–, su colega Andréia Horta, protagonista del film Elis –elegido para la apertura–, y el gerente de Relaciones Institucionales del Incaa, Pablo Bolado. La ceremonia fue conducida por Federica Pais y Teté Coustarot, encargadas de darle la bienvenida al público asistente. Previamente, en la alfombra roja, Sonia Braga ya había mostrado su gran calidez al brindarle la posibilidad a muchas personas de que pudieran sacarse una foto con ella para tener un recuerdo de esta prestigiosa actriz que el año pasado produjo su gran regreso al cine brasileño con Aquarius. 

Posteriormente, se proyectó un video institucional que reconstruye las instancias de producción del festival y sintetiza la estructura del mismo, detallando las diversas secciones que lo componen y acompañando el relato con imágenes de las noventa películas que integran la programación en la que están representadas las cinematografías de 32 países del sur del mundo. Luego, subió al escenario el director ejecutivo del Grupo Octubre, Francisco “Pancho” Meritello, quien resaltó la importancia de un festival de cine de estas características y también subrayó que esta muestra recién comienza y que va a crecer. Después, brindó su discurso la directora general del Ficsur, la cineasta Paula de Luque. “Quiero agradecer a todo el equipo de producción. Genias y genios. Más genias que genios”, señaló, entre risas, De Luque. “Pensamos que íbamos a empezar con un festival chiquito. ‘Empezá bajito’, me dijeron, pero bueno, al final son cien películas de 32 países. Agradezco especialmente al Incaa y en nombre de los técnicos, directores y actores espero que se solucionen los problemas del cine porque es la industria cultural más importante que tenemos”, agregó la directora de Juan y Eva. Después, De Luque le comentó a PáginaI12: “Estoy súper agradecida de que haya estado un representante del Incaa. En el cine argentino no hay grietas y por eso invité a que todos juntos trabajemos para que se solucione cualquier problema, porque nadie del cine quiere un conflicto sino todo lo contrario”. 

Llegó el turno de mostrar un video que recorría la trayectoria de Sonia Braga y que finalizaba con la famosa escena de Doña Flor y sus dos maridos en la cama. En ese momento, la actriz subió al escenario del auditorio de la UMET y fue ovacionada por el público que se mantuvo de pie durante cinco minutos, aplaudiéndola. En ese momento, Braga hizo algo que estaba fuera de programa: invitó a la actriz Andréia Horta, protagonista de Elis, y la presentó. Horta brindó unas palabras al público hablando del festival y de la importancia de Elis Regina en la cultura de Brasil y del continente. Ambas recibieron una estatuilla –réplica de la Cruz del Sur, en color celeste, que es el color identificativo del Ficsur–; Braga recibió la Mención de Honor como madrina de la muestra, mientras que Horta tuvo la propia en carácter de invitada especial. “Es una honra muy grande estar aquí y somos unos privilegiados en hacer lo que nos gusta cuando podemos”, agradeció Braga. También recordó a viejos compañeros de trabajo como los actores Raúl Juliá y Marcello Mastroianni y al director Héctor Babenco, quien la dirigió en El beso de la mujer araña, película que a Braga le permitió el ingreso a Hollywood. “Siento que soy madrina. O sea que estamos con un niño que es Ficsur, un festival de cine que está naciendo”, dijo Braga.  

También hubo otras dos menciones especiales. Una fue para la actriz Cecilia Roth. Al subir al escenario, la protagonista de Todo sobre mi madre y Un lugar en el mundo fue escueta pero contundente: “Estamos empezando otro festival de cine que se necesita para juntarnos los países del sur que, a veces, nos cuesta mucho hacer cine y todos juntos es más fácil. Y esto se lo dedico a mis padres que están allí sentados”. El último homenajeado fue el actor Pepe Soriano: “He recorrido un largo camino en el mundo del cine y del espectáculo. Además de compartir este premio con mi mujer, realmente quiero agradecerle a Víctor (Santa María). Con Víctor hemos hablado mucho porque yo estoy al frente de SAGAI, que en poco tiempo ha crecido enormemente porque la posibilidad de expresarnos también depende del dinero que tenemos que tener para expresarnos, de la fuerza que podemos tener juntos. Así que esta noche, en esta larga historia mía del trabajo, estoy profundamente agradecido de este aplauso, seguiré peleando hasta el final porque acuñé una frase hace mucho: Hay que morirse viviendo”, dijo Soriano y se ganó un aplauso ensordecedor.  

Casi sobre el final de la ceremonia, se invitó a que subieran al escenario todos los jurados de las competencias del Ficsur. Braga dejó formalmente inaugurada la primera edición de la muestra. Pero todavía quedaba una sorpresa más: subió la cantante Julia Zenko y dijo que hubo dos personas muy importantes en su carrera: Mercedes Sosa y Elis Regina. Acto seguido, cantó dos temas de Regina y luego, sí, llegó el momento de la proyección de Elis. El film de Hugo Prata, protagonizado por Andréia Horta, cuenta la historia de Regina desde su llegada a Río de Janeiro con 19 años hasta su muerte trágica y temprana. A pesar de todas las dificultades, su éxito fue notable y la vida de Elis Regina ganó reconocimiento en Brasil y también a nivel mundial. Joven de origen humilde, Regina se convirtió en una de las más grandes artistas de la música popular del continente y sigue siendo considerada por muchos la mejor cantante que dio Brasil.