“No, no. Es muchísimo más argentino que brasileño -dijeron las autoridades policiales desde el país vecino-. Vive en Argentina desde los seis años. Dudamos mucho que hable portugués. Eso sí, el padre y la madre estuvieron presos acá, en Brasil. Siempre por hurtos. Al padre se lo expulsó a Chile en 2021, porque es chileno, y la madre falleció en 2017”. 

Con un mensaje de este tipo, la policía brasileña le transmitió a la Policía Federal que Fernando Sabag Montiel, el detenido por el ataque a CFK, no registra delitos en ese país, por lo que todos sus antecedentes son en la Argentina: tenencia de un cuchillo de 35 centímetros, denuncia por violencia de género, tres denuncias por maltrato animal. Nunca registró un delito con armas.

Las propiedades de Sabag Montiel

Sabag dio como domicilio una propiedad en la calle Terrada, en La Paternal, un departamento que heredó de su madre, que vendía ropa, y que le alquila a un inquilino. El dinero con el que se mantiene se origina en ese alquiler y en dos vehículos, un taxi y un Uber. 

Registra muchas multas impagas, 41 en CABA y al menos 10 en Provincia de Buenos Aires, además, debe gran parte de las patentes desde hace varios años. No tiene cuentas bancarias y registra una deuda baja en el sistema crediticio. La impresión es que, económicamente, es más bien marginal.

La fama y los tatuajes

El punto clave parece ser el del odio político y lo que aparenta ser un deseo de “ser famoso”, “acceder a cámaras de televisión”. Hay una congruencia en lo que se ve en su celular -imágenes de partidarios de Adolf Hitler- con los tres tatuajes que tiene en los brazos: el sol negro, el martillo de Thor y la cruz de hierro. Toda simbología neonazi

Por ahora, el individuo no aparece integrando un grupo supremacista, salvo a través de redes sociales. En paralelo, seguía al fiscal Diego Luciani y a Javier Milei, pero al mismo tiempo denostaba a éste último.

La música, la novia

Todo se mezclaba -no en los últimos dos meses- con bandas de death metal, una variante extrema del heavy metal que, por el contrario tiene seguidores muy pacíficos. En marzo de 2022 posteó en Instagram un intento de sacarse una selfie con Taylor Hawkins, baterista de Foo Fighters, una semana antes de su muerte.

La supuesta novia de Sabag, Ambar, todavía no declaró en el expediente pero afirma que tiene la relación con el atacante desde hace sólo un mes, no conocía que tuviera un arma y que no percibió nunca que fuera violento. Dice que está sorprendida por todo lo ocurrido. Lo único que quiere -según dijo- es recuperar la ropa que quedó en la vivienda de San Martín.