La Unidad Penal Nº 9 de Senillosa, en Neuquén, aloja en un anexo solamente a condenados por delitos sexuales que participan del Programa específico para ofensores sexuales (POS), una iniciativa que había nacido en 2015 en Viedma (en la Unidad de Servicio Penitenciario Federal Nº 12) y luego fue cambiando de responsables y espacios. El informe de UFEP detalla que en marzo de este año la unidad -que alberga condenados de distintas jurisdicciones– estaba al máximo de su capacidad, y que para los internos alojados allí se “contempla la posibilidad de ajustar las fases de POS con las fases del Tratamiento Penitenciario”, para coordinar la progresividad entre ambas, lo que “implica el compromiso del condenado en todas las otras áreas” como educación, trabajo, servicio social y sanidad.

De acuerdo con el informe de la Unidad Fiscal, sólo el 29 por ciento de los ofensores sexuales condenados que están bajo su órbita (85 personas) está actualmente incorporado al POS. Mientras que el 67 por ciento de los condenados (196 personas) no recibe tratamiento específico por sus delitos contra la integridad sexual, el 4 por ciento (12 personas) está en etapa de Pre-admisión.