El presidente Alberto Fernández dio la primera entrevista luego del atentado a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y expresó su preocupación. “Se conocieron las conversaciones de los culpables y decían que el próximo soy yo". Con pocas horas de diferencia, publicó en sus redes la noticia del ataque a un monumento de Néstor Kirchner sobre la Ruta 7. "A menos de dos semanas del atentado a CFK, así amaneció el monumento", dijo y compartió fotos con la cara del patagónico perforada por balas en una sucesión de acontecimientos espiralados por la violencia (ver aparte). Este diario pudo saber, además, que la investigación que se abrió en 2021 por las amenazas contra el hije del primer mandatario en una causa vieja e investigada, con juicio oral previsto para septiembre, se descubrieron indicios de seguimiento al Presidente.

Si bien aún hay en curso investigaciones y existe mucha reserva sobre el caso, las amenazas contra Tani Fernández comenzaron en julio de 2021. Se supo que, en un principio, Tani Fernández no les dio entidad porque, quienes lo conocen, dicen que suele recibir muchas agresiones. Sin embargo, al aumentar exponencialmente el número de amenazas, el hijo del Presidente realizó denuncias por ciberdelitos. La investigación, que estuvo a cargo de la División Investigación de Delitos Tecnológicos de la Policía Federal, avanzó y se descubrió que detrás había un grupo importante que hasta tenían almacenadas armas y computadoras en las que había indicios de seguimiento al Presidente. Por el caso fueron detenidos Alejandro Dagnino, de 36 años, y Luis María Dagnino, de 47 años, ambos argentinos residentes en La Pampa. Este 26 de septiembre, la causa irá a juicio oral.

A mediados de agosto, antes del atentado a CFK, Alberto Fernández hizo público que también él había sido amenazado de muerte. Aunque en aquella ocasión evitó dar precisiones y detalles, hay en marcha una investigación que se encuentra en manos de la Policía Federal. Desde el Ministerio de Seguridad comentaron a este diario que no pueden dar detalles, aunque confirman que continúan investigando y podría haber novedades en las próximas semanas.

La entrevista y el diagnóstico

El Jefe de Estado eligió un medio extranjero para dar su primera entrevista luego del atentado a la vicepresidenta. Es uno de los programas de televisión más vistos de España, conducido por Ana Quintana, y la entrevista, que duró casi una hora y se realizó el jueves en la Quinta de Olivos, todavía no fue subida completa. Tan solo se publicaron algunos adelantos. En un fragmento, el mandatario se refirió al estado actual de CFK.

"Cristina está bien, está entera y está fuerte. Para todos fue un momento de conmoción, pero gracias a Dios está muy entera, muy íntegra y trabajando", dijo. "En la Argentina no ha habido crímenes de una naturaleza política luego de la dictadura y la imagen es muy dura porque es la imagen de alguien que está gatillando dos veces, gracias a Dios sin suerte, a la cabeza de la vicepresidenta", dijo. Además, habló del escenario en el que se produjo el intento del crimen: "Los sistemas de seguridad, en circunstancias como esas, fallan. Esa persona sabía que estaba en medio de una multitud que iba a acompañar a CFK y que, cualquiera fuera el resultado, iba a ser apresado por la gente que lo rodeaba. Cuando alguien está dispuesto a eso, a poner en riesgo su vida o su libertad para lograr su objetivo, es muy difícil predecirlo".

Alberto Fernández también habló de los acusados: "Son una banda de sinvergüenzas --dijo-- capaces de hacer semejante atrocidad". Y siguió: "Algo no estamos haciendo bien como sociedad para que en la cabeza de alguien penetre una idea tan horrible como la de matar a otro por lo que representa o por lo que piensa".


"No es un loco"

En lo poco que aún pudo verse, el Presidente volvió a repetir algo que dijo en la exposición de la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción que se realizó en la Rural el martes pasado. Fernando Sabag Montiel, aseguró, "no es un marciano que vino a disparar contra CFK, es alguien que vive en nuestra sociedad", una de las líneas políticas que subraya el Gobierno. Además, señaló: "No se trata de una persona inimputable: no tiene ninguna alteración en sus facultades mentales y tiene plena comprensión de la criminalidad de su acto. Además, se ha movido libremente dirigiendo sus acciones. No es un loco. Puede ser una persona enojada con la democracia, pero una persona enojada con la democracia, no puede reaccionar de ese modo".

A mediados de agosto, Fernández comentó en un programa radial que había sido amenazado de muerte. Semanas antes de que sucediera el atentado contra la vicepresidenta, también se quejó de los niveles de violencia que vive la sociedad. "La democracia nos exige convivencia --había dicho--. Lo que estamos viendo es un caudal de ataques y violencia física que es insostenible. Hay gente que comete el delito de incitación a la violencia y no hay ni un fiscal que haga algo", era otro contexto, antes del día en el que cambió la democracia pero nunca hay una línea sin continuidad.