Novo se encaminaba a un juicio político acusado de “encubrimiento agravado” a favor de carteles colombianos, entre cuyos delitos figuran el asesinato de tres ciudadanos de ese país, dos de ellos ocurridos en la denominada “masacre de Unicenter”.

Página/12 había revelado que Novo obstruyó una investigación contra el hijo del brigadier Raúl Juliá, Gustavo, quien fue condenado en España por contrabando de drogas. El caso fue el puntapié inicial para que se investigara al jefe de los fiscales de San Isidro por supuestos vínculos con el delito.

Cuando las causas contra él comenzaron a arreciar, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, fue uno de los primeros que salió a defenderlo públicamente. “Hace bien su trabajo”, dijo en 2013.

En octubre del año pasado, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, lo había acusado de “encubrimiento agravado” y de “incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y entorpecimiento de la labor funcional”.

Por los mismos delitos también fueron procesados cuatro de sus colaboradores: los fiscales adjuntos Rodrigo Caro y Eduardo Vaiani (ambos suspendidos), y sus secretarias, Mariana Busse y Melisa Rey. Los procesamientos habían sido solicitados por el fiscal federal Fernando Domínguez, luego de citarlos a indagatoria en 2015.