Son muchos los animales que año a año mueren siendo víctimas de la superstición. Las lechuzas y los búhos no son la excepción.

Se trata de animales que pertenecen al grupo de las aves y que en su mayoría tienen hábitos nocturnos. Se alimentan principalmente de roedores y otros animales pequeños, por lo que cumplen una función primordial en el ambiente como controladores biológicos.

“Para poder cazar, sus ojos están adaptados y poseen una visión muy aguda. Como todas las aves, también se comunican emitiendo sonidos diferentes, generalmente para advertir o llamar a parejas y ejercer la copulación. En general, suelen anidar en huecos de árboles, donde colocan los huevos y cuidan a sus crías hasta su independencia”, contó el biólogo Gonzalo Martínez a Catamarca/12.

“La mente humana ha jugado un rol muy importante en la extinción de especies. Una de las causas que más animales mata es la superstición. El miedo y la ignorancia sobre muchas cuestiones genera reacciones desmedidas que tienen como consecuencia daños irreversibles. Uno de estos daños es la muerte de otras especies por las creencias, mitos o leyendas”, explica el biólogo.

Lamentablemente, a causa de que aún muchas personas creen que las lechuzas y los búhos son “brujas” o “traen mala suerte”, cuando las ven la matan, a veces de forma muy cruel. “No son más que animales silvestres, aves que existen por alguna razón o función en los diferentes ecosistemas. De hecho, en los pueblos y ciudades las lechuzas y los búhos son muy beneficiosos, pues al comer roedores e insectos generan ese control de especies que tanto necesita el humano en ciertas ocasiones”, opina Martínez.

La principal razón por las que estas aves son eliminadas por los humanos es porque suelen aparecer de noche o bien por sus grandes ojos, e inclusive por los sonidos que emiten. “No existen argumentos válidos para matarlos”, resalta el biólogo.

Con respecto a cómo poder eliminar este tipo de prácticas o el miedo que causa en algunas personas verlas o escucharlas, Martínez señaló: “Sería esencial poder combatir las supersticiones dañinas con información certera, principalmente en las escuelas. Se necesita cortar con viejas costumbres que restan mucho el avance de la concientización ambiental”.

Mencionó que podrían ofrecerse folletos informativos a todos los municipios para repartir en los diferentes entes públicos o negocios privados y crear áreas naturales protegidas, donde la educación ambiental mediante cartelería o bien por medio de biólogos guías llegue a la población”.

Más amenazas

Otras de las principales amenazas de búhos y lechuzas es la destrucción y fragmentación de hábitat. En su mayor parte, los búhos y las lechuzas dependen de los árboles para anidar, descansar y buscar comida. La pérdida de grandes hectáreas de bosques, pastizales y muchos hábitats abiertos, principalmente como consecuencia de la tala y los incendios, son importante causa del declive de las poblaciones de muchas especies de estrigiformes.

Otra situación que disminuye las poblaciones de estas aves es el envenenamiento por pesticidas. Estos productos químicos, a veces usados para controlar la población de roedores, afectan la salud de los búhos y las lechuzas, lo que reduce su calidad de vida y puede ocasionarles la muerte. Los químicos pueden entrar en el cuerpo cuando el ave consume roedores que han ingerido cultivos rociados.