A esta altura del partido da la sensación de que los gobernadores se suman al debate de suspender las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) más que nada para plegarse a la estrategia del gobierno nacional que por convicción propia o posibilidades de hacerlo. El Frente de Todos, claro está, complicaría enormemente las posibilidades de Juntos por el Cambio que no podría sintetizar una fórmula presidencial y candidaturas para otras categorías sin desangrarse internamente. Además, el gobierno mira los números y analiza: Si nos toca perder, mejor perder una sola vez y no dos, en referencia a las primarias y a la general.

Los gobernadores de Santa Fe y Córdoba se sumaron esta semana a la movida y sus posiciones sacudieron el avispero. No es para menos tratándose de los dos mandatarios con mayor peso político del interior del país. Sin embargo, a Omar Perotti se lo notó firme y cómodo con el tema pero también a sabiendas de que no es una cuestión que él pueda resolver en soledad. “Tendría que ser la Legislatura por ley la que suspenda las primarias en Santa Fe”, explicó luego de señalar que él nunca había sido partidario de esas internas abiertas y que es una cuestión que los propios partidos políticos deberían poder resolver. En cambio Juan Schiaretti fue más contundente: “En Córdoba no las tenemos. Nunca estuvimos de acuerdo con las PASO a nivel nacional”, aseguró el cordobés en el acto que compartió con Perotti en Coronda para anunciar la puesta en marcha del acueducto biprovincial financiado por el fondo Kuwaití.

La diputada nacional Mónica Fein estará pensando en esa foto que se tomó con el gobernador cordobés y otros dirigentes socialistas hace poco, donde le pidieron al mandatario que lidere una tercera vía nacional a la que ellos se sumarían, en esa búsqueda ficticia por afuera de la grieta, cuando es claro que ya han tomado posiciones.

Más allá de las precauciones de Perotti, la duda quedó sembrada entre la oposición que ya le había pedido una reunión formal para aclarar el panorama electoral del año próximo en la provincia. Con la firma del diputado nacional y autoridad partidaria del Partido Socialista, Enrique Estévez, la carta al gobernador destaca que las PASO en Santa Fe nacieron de un acuerdo político de cuando el peronismo tenía mayoría en ambas Cámaras y que fue parte de un consenso para salir de la ley de lemas. “No podemos volver para atrás”, dicen desde el socialismo y ese podría ser uno de los argumentos fundamentales: agitar el regreso de la ley de lemas, muy desprestigiada entre el electorado y cuya salida de escena habilitó la llegada al poder del socialismo en 2007.

Pero ese escenario no sería el real, en realidad sin las PASO se volvería al sistema de internas cerradas partidarias donde con el voto de los afiliados se seleccionaban los candidatos que después competían en la general. Precisamente con el argumento de que esas internas feroces desgarraban a los partidos políticos llegó la ley de lemas, cuyo ejercicio de sumas le daba a las distintas fuerzas posibilidades infinitas de combinaciones sin responder a corriente alguna. En el peronismo libanizado de los 90 fue la fórmula más sencilla para llegar al poder en Santa Fe. Es más, aún quedan algunos pocos nostálgicos del PJ que le hacen reproches a Jorge Obeid que fue el gobernador que advirtió que ese sistema electoral había permitido burlar la voluntad popular y que la gente lo había descubierto y condenado.

El intendente Pablo Javkin.  Crédito: Sebastián Granata.

Con todo, la necesidad de mayorías especiales para derrumbar un sistema electoral en la antesala de un año electoral son limitadísimas. Lo que queda acordar por tanto con Perotti es la fecha de convocatoria a las elecciones provinciales en las que, dentro de un marco constitucional, el gobernador tiene la entera potestad para determinarlo.

Es raro que el intendente Pablo Javkin, autor del proyecto de Boleta Única en Santa Fe que se aplicó por primera vez en 2011, no se haya expedido aún sobre la posibilidad de suspender las PASO. Cerca del jefe de la ciudad sostienen que por el momento la idea es alejarse de cualquier discurso electoral porque todo el escrutinio de la gente está en la gestión que viene golpeada por la pandemia, la inseguridad y la escasez de recursos para afrontar problemáticas estructurales de Rosario. Sabe que sus chances para el 2023 están primero atadas a estas cuestiones.

Nadie duda de sus dotes como candidato pero acordar con el radicalismo, el socialismo y todas los sectores internos derivados de estas fuerzas es una tarea titánica que no podría resolverse sin la vigencia de las PASO. Como pasa a nivel nacional, sin duda este nucleamiento político sería el más perjudicado sin la herramienta electoral que les permitirá posicionarse a cada uno para las elecciones generales posteriores.

Pero a diferencia de lo que sucede a nivel nacional, para el peronismo santafesino la suspensión de las primarias abiertas -que nadie imagina para las elecciones provinciales del año próximo- no le otorgaría demasiadas ventajas en un escenario de dispersión del voto PJ y donde la unidad tiene pocas chances en un período de renovación dirigencial como hace años no se vivía en ese partido. 

Con Perotti imposibilitado de ir nuevamente por la Gobernación, todos los candidatos sub 60 que tiene el peronismo necesitan desarrollarse aún como postulantes para la máxima categoría. Hacer síntesis como la que en estos pocos años hicieron el propio gobernador, María Eugenia Bielsa y Agustín Rossi.