Si a la música y la pintura se le suman The Beatles, ¿cómo no volver aún más irresistible la propuesta? Pintando Beatles al compás es el concierto de música y pintura que Ilustrasónico presenta hoy a las 21 en Teatro La Comedia (Mitre 958). Canciones de la banda de Liverpool con matices de latin jazz, funk y varios ritmos, junto a la voz invitada de la cantante Sabina Chiaverano, en un show que además coincide con los 60 años de la grabación del primer single del grupo. “Ya desde chico, Los Beatles me abrieron la cabeza y en todo sentido, además del humor que tenían. Para mí son parte de la familia, así que hacer este proyecto con la banda y Sabina es algo muy especial”, comenta Nico Boixader a Rosario/12.

Encargado de la percusión y del arte gráfico de Ilustrasónico, Boixader integra el grupo junto a Rodrigo Zacarías Both (piano), Darío Serpi (saxo tenor y flauta traversa), Marcelo Sali (batería) y Marcelo Rossia (bajo). Según comenta, “cuando empezamos allá por 2005, hacíamos tango moderno y ya cruzábamos varios estilos, sobre todo de música afroamericana, afrocubana y brasilera. Digamos que destrozábamos tangos (risas). Hace un par de años que llevamos adelante este nuevo repertorio pero con un mismo estilo, que ahora hemos preparado de manera especial para este espectáculo. De Los Beatles elegimos temas conocidos y otros que no lo son tanto, a partir de versiones que tienen bases rítmicas o arreglos musicales que no alteran la melodía original. Son los estilos que nos gustan, que vamos volcamos en cada canción y trabajamos entre todos”.

-¿Qué les aporta la voz de Sabina Chiaverano?

-Habitualmente, la melódica la hace una flauta o un saxo, pero cuando invitamos a cantantes hay un timbre diferente en la propuesta. En algunos shows siempre hemos tenido invitadas, con una voz especial, que nos enriquecen. Y con Sabina se generó una onda muy linda, fue ella además quien nos propuso hacer algo más grande. Además de su voz, aporta toda su personalidad a la escena, y le mete mucha energía a cada interpretación.

Boixader es músico, dibujante, pintor. Da pinceladas de maneras articuladas a la música que interpreta. Maneja las dos facetas de modo integral. Lo que sería una dualidad, en él se manifiesta de manera complementaria. “Es un mix, soy bastante caótico en mi vida en general. Si bien tengo ciertas estructuras, en el arte me dejo llevar por lo que me va gustando. Siempre me pareció que en el mundo de la música y en el del dibujo hay ciertas cosas que uno tiene y el otro no. La música tiene el dinamismo de la interpretación de la canción o la obra, mientras que el dibujo o el arte plástico, durante el momento de la creación, no es tan interesante a la vista como lo es la sonoridad de la música. Entonces, lo que busqué fue darle ese mismo dinamismo al dibujo, y al mismo tiempo también estar tocando. Mientras pinto, cada pincelada tiene un sonido que participa de la base rítmica de la banda. Me desdoblo, pero con la misma acción estoy haciendo las dos disciplinas, que son las que a mí me gustan, de toda la vida”.

-El teatro va a exhibir también una muestra pictórica, ¿son obras tuyas?

-Va a haber una pintura medio icónica que hice hace mucho, cuando empecé a hacer obras para exponer, alrededor de 1995. Esa obra es relativa a Los Beatles y nunca se expuso. Pero más allá de eso, van a haber algunos convites como una sorpresa especial.

-Al momento de pintar en el escenario, ¿tenés previsto lo que vas a hacer?

-Si bien he hecho shows más improvisados, hay un dibujo que tengo planeado. Y acá se trata de Los Beatles, así que más o menos tengo un mapeo, pero no sé por dónde voy a empezar ni terminar. Yo uso mucho los golpes de la batería y de toda la banda, a partir de los arreglos que hacemos, pero lo que voy resolviendo, en el medio, no lo tengo muy previsto. Tengo una base percusiva pero de vez en cuando también la voy cambiando, y como tengo percusión a los costados, con eso voy dando unos matices que en verdad están improvisados.

-¿Y en cuanto a la ejecución musical del grupo?

-Hay aperturas, pero a partir de una estructura que se ensaya. Son arreglos que demandan muchos golpes obligados. Hay melodías ensambladas entre el piano, la flauta y el saxo, y ciertas cosas que las tenemos que tener muy bien ensayadas. Pero hay segmentos de los temas que permiten improvisar, ya sea en la duración o en los solos. A todos nos gusta que sea así, y a mí, que soy el más caótico, me gusta una cierta libertad para jugar en esos segmentos. Es lo que más me gusta del jazz, porque en el medio podés hacer cualquier cosa y luego volver a la melodía.