Con sólo 33 años, Majo Gerez acredita una larga experiencia en la militancia partidaria, primero en el sector estudiantil del Frente Darío Santillán, para después realizar educación popular en un barrio de zona sur. Luego en Patria Grande y desde allí, en el movimiento de mujeres de Rosario, una construcción plural y heterogénea de la que fue convirtiéndose en una de las referentes. Convocada para encabezar la lista que propone para el Concejo el Frente Social y Popular ‑con Carlos del Frade como candidato a diputado nacional‑, Gerez comenta sobre la reciente presentación de una campaña "feminista ciudadana JuntasMovemos", impulsada por Mala Junta, que es la agrupación feminista de su partido, con el objetivo de convocar a sectores independientes a sumarse a la candidatura. El 20 de julio, por ejemplo, planean hacer un Día de la Amiga Feminista en el Concejo, donde plantearán un pacto de no agresión con concejalas actuales y otras candidatas mujeres a ocupar bancas, para dejar de lado las prácticas patriarcales en la política.

‑¿Cuáles son los ejes de la campaña feminista?

‑El eje principal queda expresado en su nombre; Juntas Movemos. De esa manera queremos transmitir, no lo que prometemos hacer, sino lo que ya venimos haciendo, moviendo. Porque las mujeres, las diversidades sexuales, hace rato somos protagonistas de la ampliación de derechos, de la batalla cultural, de la construcción de una sociedad más libre e igualitaria. Pero no siempre todo eso que movemos es reconocido, ni mucho menos expresado con la centralidad que merece en las disputas institucionales y electorales. Sentimos que ahora es cuando. Que tenemos la oportunidad de capitalizar esa experiencia acumulada, y también de convidar a toda la ciudad una plataforma de nuevo tipo. Queremos poner en discusión el modelo de ciudad para pocos, cada vez más violenta y desigual. Un modelo de construcción política tradicional que no convoca, sino que desencanta y expulsa. Queremos discutir la seguridad poniendo el foco en la prevención y en los cuidados, y no en el castigo y la patrulla. Queremos seguir moviendo la ciudad, y también mover la ciudad que sea un lugar más seguro para las mujeres. De esa manera, la ciudad va a ser un mejor lugar para todos y todas. El protagonismo de nuestro movimiento, amplio y heterogéneo, que tanta capacidad de iniciativa y articulación ha tenido en éstos años, intenta expresarse en mi candidatura, pero también en la de otras compañeras que participan de otras propuestas.

 

“Queremos poner en discusión el modelo de ciudad para pocos, que resulta cada vez más violento y desigual".

 

¿No te da temor que al ser candidata de un frente eso esmerile tu liderazgo más amplio en el movimiento de mujeres?

‑En 2015 fui candidata a Senadora por este mismo espacio, e hicimos una muy buena elección. Y no siento que haya afectado negativamente a mi militancia en el movimiento.

Pero no tenías ese nivel de exposición e, incluso, de liderazgo.

‑Dos años es poco tiempo, pero entre las movilizaciones Ni Una Menos, el Encuentro Nacional de Mujeres y los paros de mujeres, mi exposición es ahora mayor. Creo también que fundamentalmente va a estar supeditado a cómo trabajar mi actual situación como candidata con el movimiento al que pertenezco... porque yo no me quiero erigir como la voz de todas, como si fuera la representante del movimiento de mujeres.

‑Caren Tepp, de la lista de diputados nacionales de Ciudad Futura, dijo que aspiran a poner en la política el debate que está en la sociedad...

‑Si existen nuestras candidaturas es porque expresamos algo que ya venimos haciendo, construyendo, no sólo debatiendo. Las mujeres venimos construyendo y haciendo en la ciudad hace un montón de tiempo. Reconocer la audacia y sentido de la oportunidad de una iniciativa coyuntural no debería llevarnos a menospreciar construcciones de larga data, más subterráneas, sin las cuales no estaríamos hoy acá. Para invisibilizar la historia de las mujeres ya está el Patriarcado. Además, este debate ya es de mayorías, sino no hubiéramos tenidos las movilizaciones que tuvimos en los últimos años. Que falta dar saltos a su expresión institucional, sin duda. Pero no quiere decir que las transformaciones que venimos impulsando no sean políticas. Los movimientos sociales, y las mujeres, hacemos política antes, durante y después de las elecciones. Igual queda claro por la impugnación a la lista que fue un movimiento que generó reacción y resistencia. Y esa impugnación merece nuestro mayor repudio. 

‑¿Te planteas cómo llegar en la campaña también a los varones?

‑Lo que nosotras planteamos es la construcción de una sociedad igualitaria. Desde una mirada de género eso también contiene a los varones, que tienen privilegios sí, pero que también se la pasan corriendo detrás de mandatos. Venimos de experiencias de muchos años de trabajo en distintos ámbitos es que sabemos bastante de qué hablamos cuando hablamos de las problemáticas estructurales que hoy vive Rosario; en lo educativo, la construcción barrial, la economía popular, el mundo del trabajo, de la cultura. Estamos insertos en todos esos espacios. Por eso decimos que movemos la ciudad a diario.

¿Cómo se aporta a esa construcción desde la banca de concejal?

‑Nosotras venimos haciendo un primer camino con Celeste Lepratti, que ha sido nuestra concejala electa en 2015, y que con humildad y sin tanto humo viene caminando los barrios y construyendo respuestas a sus problemas. Yo quiero sumarme a ese trabajo, sumar mi experiencia y la de los y las compañeras con quienes vengo construyendo respuestas cotidianas a los problemas de la ciudad. Me acompaña también Alberto Cortés que ya tiene experiencia como concejal, y Carlos Del Frade de quien aprendo todos los días. Tenemos propuestas para los problemas económicos, impositivos, de seguridad, para promocionar la cultura, el deporte, para reconocer y democratizar las tareas de cuidado. Pero eso no lo vamos a hacer solas ni solos. Necesitamos reconstruir la confianza en el poder colectivo, en la importancia de sumarse a participar, en que juntos y juntas podemos cambiar la ciudad. Es tiempo de recuperar la ciudad para las y los rosarinos que la movemos todos los días.