Desde Roma

Por primera vez en la historia de la República italiana, es decir desde 1948, una mujer ha sido encargada este viernes por el presidente Sergio Mattarella, de formar un nuevo gobierno. Se trata de Giorgia Meloni, líder del partido de derecha Fratelli d’Italia, formación política que en las elecciones del 25 de setiembre se calificó como primer partido del país con el 26 por ciento de los votos. Meloni fue convocada por la tarde para verse con el presidente Mattarella a fin de recibir el encargo y le presentó la lista completa de ministros que pondrá en su gobierno y que comparte con sus aliados de las fuerzas también derechistas de La Liga y Forza Italia.

Fueron elecciones particulares las del 25 de setiembre porque en un país como Italia, donde la gente siempre asistió a votar pese a no ser obligatorio, hubo esta vez la afluencia más baja de votantes de la historia, apenas el 64 por ciento, diez puntos menos que en 2018. El resultado le permitió a Meloni conquistar la conducción de la alianza de derecha integrada por La Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi con la que gobernará. La alianza derechista tiene mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, lo que facilitará su trabajo cuando las medidas que proponga su gobierno deban ser aprobadas por el Parlamento.

En la lista de quince ministerios oficiales (hay otros nueve sin cartera), que presentó Meloni al presidente, no aparece Berlusconi, pero sí el número dos de Forza Italia y parlamentario europeo de larga data, Antonio Tajani, como ministro de Exteriores. Salvini no será ministro del Interior como pretendía, sino de Infraestructuras y Movilidad Sostenible. En Interior quedó un técnico, Matteo Piantedosi, que había trabajado con Salvini cuando éste ocupaba el cargo y también con la ministra sucesiva. Tanto Tajani como Salvini serán al mismo tiempo vice primeros ministros, cosa que les da la posibilidad de controlar de cerca el accionar de Meloni. En el ministerio de Economía y Finanzas, crucial en este período de crisis económica y social que vive Europa, fue colocado un miembro de la Liga, Giancarlo Giorgetti. graduado en Economía y que trabajó como contador hasta que, desde 1990, se dedicó a la vida política.

El sábado por la mañana el nuevo gobierno jura ante el presidente Mattarella y el domingo se efectuará el pase del poder entre el todavía primer ministro Mario Draghi y Meloni. “Esta vez todo ha sido más breve. Ha pasado menos de un mes de las elecciones y todo ha sido posible por la claridad del resultado electoral. Fue necesario actuar velozmente ante las condiciones internas e internacionales que exigen un gobierno en la plenitud de sus funciones”, declaró el presidente Mattarella a la prensa luego de haber dado a Meloni la función de formar el nuevo gobierno.

Las consultas con otros partidos

Meloni y sus aliados fueron recibidos esta mañana por Mattarella para las primeras consultas. Ayer el presidente había recibido a todos los demás partidos de izquierda y de centro, cosa que es normal en Italia cuando se trata de formar un nuevo gobierno. Entre los recibidos, las dos formaciones de centroizquierda más importantes, el Partido Democrático (PD) y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). Aunque con variaciones, ambos expresaron su “firme” y “rigurosa” oposición a un gobierno de la derecha.

Enrico Letta, secretario del PD, dijo que su partido hará una firma oposición a la derecha, “que tiene una mayoría en el Parlamento pero no en el país”. Además el PD “no aceptará ambigüedades” sobre la “condena a los comportamientos criminales de Putin o en cuanto al apoyo al pueblo ucraniano” porque la posición de Italia no puede no ser “europeísta y atlantista”, es decir de apoyo a la Unión Europea y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

El tema del apoyo a Ucrania y las críticas a Putin se hicieron más agudas desde que hace algunos días se difundió un audio de una reunión de parlamentarios de Forza Italia donde Berlusconi explicaba cómo había surgido la guerra en Ucrania y le echaba la culpa en un cierto sentido al mandatario de ese país, Zelensky, porque Putin no quería la guerra. Otros trascendidos aseguran que en otra reunión habría dicho que había “retomado sus relaciones con Putin”, del que es amigo desde hace tiempo.

Por su parte el M5S, en palabras de su máximo dirigente Giuseppe Conte, dijo cosas similares en cuanto a la oposición “rigurosa” que harán a la alianza de derecha, esperando que el nuevo gobierno esté listo, subrayó Conte, “para afrontar la crisis en acto que afecta el área económica y social”. Conte también calificó como “inaceptables” las palabras de Berlusconi sobre Putin y reiteró la necesidad de iniciar negociaciones de paz. Interrogado por los periodistas sobre si estaba de acuerdo con enviar nuevamente armas, Conté respondió que su partido “considera que no es necesario. No es la prioridad”.