Hace un par de meses, en la presentación de Fight the Power, de Chuck D (publicado en español por Tinta Limón), el ex líder de Public Enemy explicó ante una audiencia local afrodescendiente que en Pangea, el supercontinente del Paleozoico y comienzos del Mesozoico, Africa y América del Sur estaban unidas, como dan cuenta sus formas, que aún encastran a la perfección. Más allá de la deriva continental, Buenos Aires viene hallando espacios y excusas para conectarse con la música africana, en particular el afrobeat. Guitarrista de El Gran Capitán y uno de los organizadores del Festival de Afrobeat Independiente (FAI), Ezequiel Tedesco recuerda: “En 2008, un amigo me invitó a ver la banda en la que empezaba a tocar, que resultó ser la Orquesta Antropofónica. A las semanas empecé a tocar ahí. Me encanta la música afrobeat pero creo que su diferencial es su contenido idealista y político, esencialmente anti-imperialista y anti-colonialista”.

Desde hace tres años organizan el FAI entre varias bandas: “Ninguna aparece con el nombre más grande, no importan ni la trayectoria ni la convocatoria. El plan es mantener a la escena afrobeat al mando de sus artífices directos”. Además de bandas como Val Veneto, Morbo y Mambo, Tam Tam o Marabunta Orquesta, por este ciclo que da cuenta de que la movida local sigue creciendo pasaron otras nuevas como Minga, Metaiponga, El Gran Capitán (presentarán nuevo disco el mes que viene), Don Genaro o Guanabana. “El año pasado nos dieron desde Nigeria la licencia para hacer la Felabration oficial –una festividad mundial en memoria de Fela Kuti– y este año estamos hablando para repetir”, dice Tedesco.

Pero Fela no es el único referente del género: “Mulatu Astatke, Ebo Taylor, Danyel Waro, Toumani Diabaté. El afrobeat es una música increíblemente occidental y africana a la vez. No suena a música tradicional africana y casi no usa instrumentos de ese mundo. Pero al mismo tiempo está construida con estructuras y espíritus para nada occidentales. El afrobeat es como un soul o espiritual negro que no nació en Occidente sino al lado de la música yoruba”.

Entre visitar Europa o Estados Unidos, Ezequiel prefiere otro continente: “Conozco un poquito de Africa, pero no Santiago del Estero, que es tan importante para nuestra cultura, y también es tan negro. Sólo estuve de paso y siempre me hizo cosas muy raras, así que me encantaría ir pronto a Santiago del Estero”.

* Sábado 22 a las 23 en El Emergente Almagro, Acuña de Figueroa 1030.