Con una selección de valores locales y una discreta presencia de figuras internacionales, entre el miércoles y el domingo tendrá lugar la 15º edición del Festival de Jazz de Buenos Aires. La pianista italiana Simona Premazzi, la contrabajista catalana Giulia Valle, el saxofonista Antonio Hart y el pianista suizo Nik Bärtsch son algunos de los atractivos del festival que comenzará con la presentación del quinteto del trompetista chileno Sebastián Jordán, a las 20 en la Usina del Arte. 

Entre los artistas nacionales se destaca la propuesta de Pollo Raffo y los quintetos de Juan Bayón, Verónica Sala y Guadalupe Raventos, entre otros. Habrá también homenajes, talleres y proyecciones. “Trabajamos a partir de una convocatoria lanzada en julio, en las categorías Nuevos Discos y Grupos o Proyectos Solistas”, explica a Página/12 Julia Moscardini, cantante y directora del Festival. “Recibimos más de 500 propuestas, de las que un jurado integrado por Romina Fuchs, Cirilo Fernández y Pablo Ledesma seleccionaron unas veinte, que combinan juventud, trayectoria y diversidad”, agrega Moscardini.

“Para la programación internacional fue fundamental el diálogo que logramos establecer con embajadas e instituciones culturales de distintos países, que nos ayudaron a traer músicos muy interesantes”, continua la cantante. “Hay que destacar que además del concierto todos darán talleres y master class. El jazz es una música con tradición de transmisión oral, por lo que el encuentro con los maestros es fundamental”, concluye Moscardini. Las entradas gratuitas se pueden reservar 48 horas antes de cada evento en el sitio oficial, donde también está la programación completa del festival.

El contexto de esta edición, sin nombres canónicos, es propicio para sorpresas. Seguramente Giulia Valle será, para quienes aún no la conocen, una de ellas. La contrabajista tocará el viernes a las 20.30 en la Usina del Arte, junto a Sergio Verdinelli en batería y Ernesto Jodos en piano. “Le tenía muchas ganas a esta ciudad, donde apenas llegué me sentí en casa”, asegura Valle a Página/12, y enseguida cuenta que el mejor amigo de su padre, que además fue el que le hizo descubrir el jazz clásico y el folklore, era un argentino exiliado en Barcelona, donde la familia de la contrabajista emigró desde San Remo, en Italia, cuando ella era pequeña. Más tarde, sus colaboraciones con el pianista y compositor argentino Guillermo Klein terminaron de construir una relación con Argentina que comenzó mucho antes de llegar por primera vez.

Con diez discos en primera persona y numerosas colaboraciones, Valle es una figura central del jazz en Barcelona. Contrabajista de técnica sólida y versatilidad estilística, su música remite a Charles Mingus, más que por el instrumento en común por la capacidad para sintetizar diferencias. “Acepto orgullosa la comparación. Lo mío es un folklore personal, algo que uno no busca, pero aparece en mi sonido y mi respiración”, asegura. “Para mí el contrabajo es un vehículo. Lo que me interesa es la música en sí y los músicos que me rodean”, dice Valle, que en el Festival propondrá músicas propias. “Traje música especialmente escrita para esta ocasión y que además vamos a grabar, porque me voy a quedar varios días en Buenos Aires. Con este trío se pueden hacer grandes cosas”, concluye la contrabajista.