El ex jefe de Gabinete se diferenció tanto del presidente Mauricio Macri, a quien exhortó a cambiar “porque va mal”, como de la ex mandataria Cristina Kirchner, a quien acusó de promover “un garantismo” que hoy permite que los jueces liberen a “violadores y asesinos”, y afirmó que “la única grieta es la que existe entre ricos y pobres”.

Luego de calificar a Felipe Solá como “el mejor gobernador de la democracia” de la provincia de Buenos Aires, reivindicó a su equipo económico, encabezado por el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, “que bajó la pobreza 40 puntos en un año y medio”, y afirmó que “no solamente nos podemos hacer cargo de mirar para adelante sino que no le debemos nada a nadie”.

En otro tramo de su discurso, rechazó la alternativa de tener que elegir “entre un gobierno de ladrones –en alusión a la administración kirchnerista, a la cual él mismo perteneció- y un gobierno de ricos”, y afirmó que “no existe un país donde el que trabaja paga impuestos y el que timbea no”.  “Es ridículo pensar que Argentina puede crecer si premiamos la timba” repitió.

“Un país crece cuando elige el trabajo y la producción”, subrayó el ex intendente de Tigre, quien se preguntó por qué “si Tigre es un ejemplo en materia de seguridad”, no se replica en el resto del país “para que la gente pueda caminar libremente por la calle”.