Un estudio afirma que el alquiler de los departamentos de un dormitorio en Rosario son los más caros del país. Las cámaras inmobiliarias dicen que la causa es la "alta demanda de estudiantes". Pero en realidad, lo que explica el desproporcionado aumento de los precios es la total desregulación del mercado inmobiliario, que permite que las propias cámaras inmobiliarias, sin ningún tipo de control, fijen valores a su antojo y en función de la maximización de la tasa de ganancia.

Hoy el 50% del salario de un trabajador promedio se lo lleva sostener un alquiler y en lo que va del año el piso de aumento para inmuebles con fines de vivienda promedia entre el 30% y 35% de piso, con realidades que llegan hasta el 50% de aumento.

En el sector comercial la situación es más crítica, donde nos encontramos con aumentos del 80% o 100%, lo que explica, junto con los tarifazos y la caída en picada del mercado interno, el cierre masivo de locales en la ciudad.

Como resultado, hoy en Rosario la mitad de las familias no pueden acceder al alquiler de un departamento de un dormitorio, el 60% queda afuera de la posibilidad de un departamento de dos dormitorios; y si te vas a un departamento de tres dormitorios el 80% no llega.

Por eso, es tan importante la aprobación de la nueva Ley de Alquileres nacional, tal como tuvo media sanción en el Senado el año pasado. En la misma se estable que los aumentos sólo se pueden hacer de forma anual (no semestral), y ese valor surge de un índice oficial que promedia costo de vida y actualización salarial. Si hoy estaría vigente los aumentos no hubiesen podido superar el 20% este año.

La nueva Ley de Alquileres y la creación de la Defensoría del Inquilino en el marco del Estado municipal, serían dos herramientas concretas para poner un freno a los abusos y avanzar hacia un sistema de alquileres más justo, accesible y transparente.

 

Sebastián Artola
Defensoría del Inquilino