Se acerca el 25 de noviembre y feministas de Neuquén empezamos a juntarnos en asambleas para pensar más colectivamente en nuestras defensas y en nuestros cuidados. Toda una vida de opresión heteropatriarcal sometidas a humillaciones, a golpes, a acosos, a violaciones y a la muerte misma, nos impulsó a dar el salto entre procurar que no nos pase nada y salir a luchar contra lo que nos lastima. 
No se trata de una fecha al año ni del femicidio de una hermana en particular, nos quieren exterminar y prueba de eso son los escuetos casos que aparecen en los medios de comunicación hegemónicos todos los días. Los golpes que no matan no salen en la televisión, los abusos que no son violaciones no aparecen en los diarios, los acosos sexuales a las que absolutamente todxs fuimos y somos sometidxs no se cuentan en la radio, las ofensas machistas dentro de las organizaciones y partidos de izquierda no tienen lugar en sus prensas.
Entendemos que ser mujer, torta, puta, trans o travesti es pertenecer a un grupo de riesgo, porque el heteropatriarcado nos pone en ese lugar y es contra eso que tenemos que pelear. El sistema no se construye solo, por arte de magia. Lo sostienen personas, varones, machos, de quienes tenemos que defendernos, no podemos quedarnos sentadas esperando cuál de nosotrxs será la próxima víctima. Aprendimos que tenemos que actuar más juntas que nunca.
La primera medida de la Asamblea de Autodefensa Feminista consistió en una intervención callejera por distintos puntos de la ciudad: traer lxs cuerpxs descartables, en bolsas de residuos porque esto sucede a menudo con los femicidios, fácilmente nos descartan como basura. También nombramos a los femicidas, esos hombres, varones, machos, como cualquiera de los que conviven con nosotrxs a diario en nuestros trabajos, en nuestras casas, en nuestras organizaciones, en nuestras universidades, en nuestras marchas, en nuestras calles. Los puntos que elegimos estratégicamente por su impacto fueron los fálicos monumentos a San Martín y de la bandera, las transitadas esquinas de independencia y avenida Argentina y Perito Moreno y avenida Olascoaga, y finalmente la represiva catedral.
Entendemos y pretendemos que quede claro que los varones, por el solo hecho de serlo, tienen privilegios. Los femicidas y travesticidas los llevan a su máxima expresión, arrogándose el derecho de quitar la vida. Ellos, por haber nacido en esos cuerpos, obtuvieron todos los privilegios con los que el heteropatriarcado los bendijo. Si no los abandonan se convierten en potenciales victimarios. Ante este panorama sabemos que necesitamos autocuidarnos, defendernos y atacar cuando sea necesario. Vamos a seguir dando pelea contra esta guerra cotidiana que han desatado, no tenemos más paciencia, fuimos chicas buenas y ya no. Armamos poder colectivo y autónomo. Que lo sepan, nos estamos armando.
 
Primera acción de la Asamblea de Autodefensa Feminista de Neuquén: cuerpas-basura por tu ciudad.