Mientras la ciudad rionegrina de San Carlos de Bariloche va regularizando lentamente sus servicios, tras un fin de semana en el que dejó de funcionar el aeropuerto, varias rutas y vastos sectores de la región quedaron sin luz, la temperatura alcanzó los 17 grados bajo cero. Un alivio, luego de que el domingo a la madrugada la ola polar haya hecho descender el mercurio hasta la marca histórica de 24,5 grados bajo cero. Durante la mañana, el aeropuerto que estaba en condiciones de operar, debió ser cerrado por el despiste de un avión privado, debido a la formación de hielo en la pista, y los vuelos fueron desviados al aeropuerto de Neuquén. En la aeronave de pequeña envergadura viajaban dos personas que no sufrieron lesiones. La intensa nevada dejó una acumulación de entre 15 y 40 centímetros de nieve, en los distintos barrios, y árboles y ramas caídas sobre el tendido eléctrico. En tanto, el intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, dijo que el panorama más complicado aún se vive en el oeste de la ciudad, donde hay alrededor de 2.000 casas sin suministro eléctrico, cortes de gas y muchos inconvenientes en el tránsito por la gran cantidad de hielo y nieve en las calles. El funcionario explicó que “con el transporte público priorizamos el despeje de caminos troncales, donde echamos arena y sal para contrarrestar el efecto del hielo, pero desde el sábado que la temperatura no sube de cero y el hielo no se derrite”.