Ni encuentro masivo en el Monumento, ni paseo triunfal en ómnibus descapotado. Lionel Messi y Ángel Di María aterrizaron ayer a media tarde en el Aeropuerto Internacional Rosario, lo mismo que el cordobés Paula Dybala, que viajó con ellos camino a su ciudad natal. En cuanto a los rosarinos, así como tocaron tierra, se subieron a un helicóptero que los trasladó a sus residencias.

Quedó en expectativas un escenario al pie del Monumento que ayer por la mañana se armó y desarmó con más misterio que certezas. Desde la Municipalidad desmintieron la relación de esa estructura con la posible visita de los campeones. Un portavoz lo atribuyó a un show de La Mosca, pero el productor de espectáculos señalado como el promotor del evento lo negó ante la consulta de este diario. La Mosca, para colmo, es la banda que interpreta el leit motiv de la Scaloneta, Ahora nos volvimos a ilusionar.

Lo que sí resultó un indicio insoslayable de los preparativos para recibir a los campeones fueron las fotos en redes sociales de un ómnibus descapotado y ploteado con las imágenes de Messi y de Di María sosteniendo la Copa del Mundo. El micro estaría disponible para llevar a los campeones. Pero lo que ocurrió nada tuvo que ver con ello.

La Policía de Seguridad Aeroportuaria había desplegado desde el mediodía un operativo especial en torno a la aeroestación. Una módica cantidad de hinchas, más resueltos, se acercó todo lo que pudo a la pista de Fisherton, y tuvieron su premio. El avión privado de Messi aterrizó a las 18.30, y de allí descendieron Lío, en remeras y bermudas, y Fideo, en jean y remera. Con ellos, Dybala. Los rosarinos saludaron a la distancia a la gente, subieron a un helicóptero, el cordobés a otro, y se marcharon por el cielo.

Uno que aprovechó la ocasión y la investidura fue el gobernador Omar Perotti, que se arrimó al aeropuerto para saludar a los campeones, algo que ni el Presidente Alberto Fernández consiguió.

El helicóptero de Messi y Di María bajó un rato después en el country Kentucky, en Funes, y Cristian "Kily" González fue a recibirlos. Luego, cada uno se retiró a las residencias que poseen en ese exclusivo barrio privado junto a la autopista a Córdoba.

Los familiares de Lionel habían llegado el lunes al aeropuerto de Fisherton, y ayer hizo lo mismo Jorgelina Cardoso, esposa de Fideo Di María, junto a sus hijos. Y se dirigieron en una camioneta a la casa del Kentucky.

No trascendió el arribo del resto de los rosarinos de la delegación mundialista, Ángel Correa, Walter Samuel, incluso el DT Lionel Scaloni y el arquero Franco Armani, que vendrían a Rosario para seguir viaje a Pujato y a Casilda, respectivamente.

Si bien quedó abierta la posibilidad de que en estos días haya una aparición pública de los campeones, ayer quedó descartada la posibilidad de un encuentro abierto con la gente. Consultas en off the record a fuentes de Gobierno consiguieron una respuesta previsible: "Sería una locura", resumió un funcionario, escueto, al imaginar la dimensión de la marea humana que provocaría semejante convocatoria.