La Policía de Seguridad Aeroportuaria detuvo ayer en Capital Federal al marino retirado Ricardo Joaquín Molina, imputado por delitos de lesa humanidad cometidos en Bahía Blanca, que estaba prófugo desde hacía siete años. Con el grado de capitán de corbeta, Ricardo Joaquín Molina fue jefe de Inteligencia y de Operaciones de la base naval Puerto Belgrano, en Punta Alta, de la que dependía el centro clandestino que funcionó en Baterías, la vecina base de los infantes de marina. Tras la detención, el marino de 87 años fue llevado a la alcaidía de Comodoro Py, desde donde deberá ser trasladado a Bahía Blanca para prestar declaración indagatoria ante el juez Walter López Da Silva. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos ofrecía desde hace un lustro una recompensa de 500 mil pesos para quien brindara información del ahora ex prófugo.