El Banco Central convalidó ayer una nueva suba de tasas de interés para poder renovar un abultado vencimiento de Lebac y evitar un desborde de pesos cuyo destino sería la compra de dólares. En la licitación de ayer, la última antes de la PASO, la entidad que conduce Federico Sturzenegger incrementó en un punto porcentual a 26,5 por ciento la tasa de interés anual para el plazo más corto (28 días) de licitación de Lebac. El objetivo es tratar de contrarrestar la fuga hacia el dólar e intentar bajar la inflación a partir de enfriar la economía. Pese al aumento de la tasa no logró renovar el monto total de vencimientos. Horas antes de que se conociera el resultado de la operación del Central, los inversores optaron continuar con la dolarización de cartera y el precio de la divisa al público se disparó 20 centavos a 17,40 pesos en agencias y bancos del microcentro porteño.

Desde que asumió el gobierno de Cambiemos la política monetaria se rigió por metas de inflación, objetivo al que subordinó toda sus medidas. A esto se sumó la imposibilidad de evitar una fuga de divisas cada vez más creciente. El resultado fue un aumento en el stock de letras que utiliza para quitar pesos del mercado financiero y una suba de tasas para convencer a los ahorristas a dejar su dinero en los bancos. No obstante, la desregulación del sistema financiero, eliminando techos a las tasas de los créditos y pisos a la de depósitos, alteró el canal de transmisión entre la suba en la tasa rectora de las Lebacs a los rendimientos que ofrecen los plazos fijos, lo cual evita que se desestimule por este medio la compra de divisas. 

En una nueva escalada en el precio del dólar, Sturzenegger enfrentó vencimientos por 532.022 millones de pesos, con el riesgo de que lo que no lograra renovar (como sucedió) se volcaría a la compra de dólares. El resultado fue una renovación parcial (467.623 millones de pesos), lo que implica una expansión de 64.399 millones de pesos que podrían ir a la compra de dólares. El corredor de tasas de corte a los que colocó el BCRA sus letras fueron: 26,5 por ciento a 28 días, de 26,2 a 63 días, de 26 a 91 días, de 25,65 a 154 días, de 25,45 a 217 y 25,35 a 273 días, según comunicó el organismo. 

Desde ayer a la mañana los inversores y bancos se adelantaron a lo que sería una renovación parcial (expansión de pesos) e incrementaron la demanda de dólares. En el mayorista, donde operan bancos y empresas, el billete verde marcó un nuevo record de precios, con un alza de 32 centavos, a 17,27 pesos. Por su parte, el Banco Nación fijo el tipo de cambio para transferencia a 17,20 pesos. Se trata de la mayor alza en dos meses, sólo después de la suba del 18 de mayo, con 42 centavos a 16,03, en medio de la crisis desatada en Brasil por la denuncia de corrupción contra el presidente Michel Temer. 

En el paralelo el precio del blue también se operó en alza y sumó 12 centavos a 17,84 pesos, mientras que el “contado con liquidación, que implica comprar un bono o acción en pesos para venderlo en dólares en el exterior, ascendió 21 centavos a 17,21 pesos. El dólar Bolsa, similar al contado con liqui pero vendiendo el activo en el país, subió 23 centavos a 17,18 pesos. Por último, en el mercado de futuros Rofex, donde se operaron 400 millones de dólares, se pactaron a julio posiciones a 17,60 a fines de agosto, con una tasa implícita de 22,15 por ciento. El plazo más largo operado fue diciembre, que cerró con tipo de cambio implícito de 18,84 pesos. Las reservas cerraron en 47.779 millones, con un retroceso de 173 millones.