Según los docentes, el desprendimiento de una de las áreas de la cartera que preside Soledad Acuña implicaría que los profesores pierdan los derechos garantizados bajo el Estatuto Docente y que los sometan a un régimen de contrataciones, además de que no se especifica el rol que cumplirán los actuales supervisores pedagógicos.

La resolución 23017 del 27 de junio establece que todos los cargos de base y conducción de Idiomas, como así los responsables de los Centros Educativos Complementarios, pasen a estar bajo la órbita de la nueva gerencia, aunque UTE Y Ademys  alertaron que actualmente la GOLE hace nombramientos por fuera del Estatuto, con lo cual el cambio del sector “atenta contra la carrera docente, la transparencia en los concursos y la estabilidad “.

“Detrás hay una habilidad muy grande del Gobierno para dejar grises en donde puede intervenir la GOLE, decidiendo por si sola, sin la participación de los supervisores”, explicó a Página/12 Graciela Soiza, secretaria de Materias Curriculares de UTE, quien además advirtió que el objetivo final es “fragmentar el sistema educativo”. “Si empiezan con los idiomas, pueden seguir con el resto de las materias”, denunció la docente.

Después de las objeciones gremiales, la cartera educativa porteña finalmente accedió a hacer algunas modificaciones al proyecto original. El nuevo borrador, que todavía no tiene carácter oficial, fue defendido por los funcionarios porteños en la Mesa de Condiciones Laborales como una decisión política para “darle brillantez al área”, a pesar de que los docentes insisten en que se trata de “una medida impuesta que (...) ni siquiera fue consultada con el equipo de supervisión”. 

“La resolución sigue sin ser clara porque hay varios vacíos que generan interrogantes y mucha incertidumbre”, advirtió a este diario la docente Samanta González. 

Soiza, por su parte, insistió en que, de acuerdo con el borrador, al que tuvo acceso Página/12, "la GOLE estaría a cargo de las designaciones y la cantidad de grados y de docentes necesarios". 

“Nuestro temor es que a la larga se vayan perdiendo derechos, porque si no está todo claro, se puede cambiar la estructura en cualquier momento, en esta gestión o en otra”, alertó González, quien anunció que el viernes habrá una asamblea para analizar los pasos a seguir. “Si dicen que es un cambio de figuritas, que lo expliquen bien, entonces", insistió González.

Soiza, por último, advirtió que no es casual que Educación haya elegido el traspaso del área de lenguas extranjeras. “Es un Gobierno que mira hacia el norte y no hacia los hermanos latinoamericanos. Su caballito de batalla siempre fue el idioma inglés, para hacer campaña y ganar votos”, concluyó.