María Josefina Macías, una de las abogadas de la ONG Acceso Ya, que se ocupa del problema de la accesibilidad de las personas con discapacidad motriz o movilidad reducida y trabaja para que se eliminen las barreras arquitectónicas de la ciudad, explicó: “El problema es que no hay una ley específica para el transporte de personas con discapacidad. Entonces las empresas se manejan con protocolos internos. El de Aerolíneas se llama ‘Manual Comercial para Pasajeros Viajando con Asistencia Especial’. Deberían haber aplicado el protocolo y haber preguntado las necesidades específicas de las chicas. Este fue un caso de discriminación, porque no preguntan nada, no tienen las cosas claras, y trataron a las chicas, al hacerlas bajar, como si fueran delincuentes. El lunes Acceso Ya presentará una denuncia ante el Inadi y otra ante Aerolíneas para que adecuen el trabajo de todos sus empleados. No pueden hacerlas bajar de un avión un día y al siguiente embarcarlas sin problemas”.