La vizcacha serrana, también conocida regionalmente como chinchillón, es un simpático animal que habita en zonas rocosas, escarpadas y con poca vegetación. A nivel provincial no se conoce su estado poblacional, pero a nivel nacional e internacional está catalogado como “preocupación menor”.

"Su nombre científico es Lagidium Viscacia y se encuentra emparentada con las chinchillas y las vizcachas, aunque presenta características únicas que la diferencian de ellas. Se distribuye a lo largo de Los Andes y las sierras altas colindantes, llegando hasta los 5000 msnm. Tiene un pelaje denso y suave que lo protege de las bajas temperaturas que se dan en los lugares en los que habita", contó a Catamarca 12 el biólogo Gonzalo Martínez. Generalmente suele asolearse entre las rocas, quedándose muy quieta, muchas veces pasando desapercibida al camuflarse su pelaje con la coloración de las rocas. Tiene hábitos de vida principalmente diurnos y se alimenta de gramíneas, arbustos y en menor medida de líquenes o musgos.

"El chinchillón es presa de varios depredadores, entre ellos el puma y el gato andino, por lo que es sumamente importante su presencia en los hábitats descriptos, pues el equilibrio ecológico se mantiene mediante las interacciones entre presa y depredador" destaca Martínez.

De hecho, la dieta principal del gato andino, especie en peligro de extinción, es el chinchillón.

En Catamarca habita en altas cumbres y otras montañas menores con terrenos rocosos y algo de vegetación. A nivel provincial no se conoce su estado poblacional, pero a nivel nacional e internacional está catalogado como “preocupación menor”, según los últimos estudios de la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

"Resulta indispensable cuidar el hábitat de estos animales y la mejor manera es creando áreas naturales protegidas que conserven lo mejor posible el ecosistema. Su presencia casi siempre está relacionada con el gato andino, por lo que es importante que sus poblaciones se mantengan estables" dijo el biólogo.

En este contexto agregó: "Nos encontramos en un contexto mundial en el que no podemos seguir extinguiendo especies y desequilibrando los diferentes ecosistemas, por ello es imprescindible que aprendamos a convivir con las demás especies, algo que se logra con empatía y sensibilidad hacia otros seres vivos".