Según la agencia de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), los destrozos del terremoto afectaron a la ciudad vieja de Alepo, en el norte de Siria --incluida en el patrimonio mundial en peligro-- y a la fortaleza de Diyarbakır, sur de Turquía. La ciudad vieja de Alepo resultó "muy impactada" por los cuatro años de combates entre 2012 y 2016, y es uno de los puntos por los que la organización está "especialmente preocupada", sobre todo la ciudadela y los zocos, indicó el comunicado. También hizo hincapié en el "derrumbe de varios edificios" de la fortaleza de Diyarbakır y los jardines de Hevsel, en Turquía, "importante centro de las épocas romana, sasánida, bizantina, islámica y otomana".
Además, al menos otros tres sitios turcos del patrimonio mundial "podrían estar dañados": Göbekli Tepe –el templo más antiguo de la humanidad, 11.600 años-- y las estatuas de piedra en la cima del Monte Nemrut.