Cuando personal de la Policía Comunitaria se presentó en la granja de calle Pasteur 2080 de la localidad de Pueblo Esther, pudo corroborar que la denuncia que había recibido era cierta: en una jaula había nueve pichones de ñandúes que los propietarios tenían disponibles para comercializar a un valor de 6 mil pesos cada uno. Desde hacía un tiempo venían ofreciendo para la venta las aves en redes sociales, en especial a través de grupos de whatsapp. Los agentes que llegaron al lugar, además de corroborar la veracidad de la denuncia, secuestraron las aves para ponerlas bajo protección, al igual que otros animales que estaban en el lugar, y notificaron a los responsables de las infracciones cometidas a las leyes vigentes por las que deberán rendir cuentas.