Se formó en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. A los quince años fue convocada para sumarse al Ballet de Santiago de Chile, donde llegó a solista. En 2003 recibió el Premio Igor Youskevitch (que supone contrato de un año con el American Ballet Theatre), la medalla de plata en el 7º Concurso Internacional de Ballet de Nueva York y, sin embargo, eligió ingresar con un contrato de sólo tres meses al Ballet de la Opera de París. “Sentí que quería estar ahí, que me iba a sentir más cómoda que en Estados Unidos. La cultura, la sociedad europea me atraían más. Quería descubrir ese mundo”, recuerda Ludmila Pagliero. Y le fue de maravillas. Fue asciendo de categoría hasta llegar a étoile, el nivel más alto al que puede aspirar una bailarina en la catedral de la danza en París. Hace 18 años dejó Argentina y, desde entonces, bailó sólo dos veces en el Colón: para el festejo de los cien años del teatro en 2008 (la función se realizó sin embargo en el Opera ya que el teatro estaba cerrado por remodelación) y, el año pasado, cuando protagonizó el ballet completo La Bayadera. Su expresión cambia cuando se refiere al Teatro Colón. Es claro que el tema la afecta sensiblemente. “Hice mi duelo por no poder hacer mi carrera en mi país. Pero no le hago la cruz, agradezco a todos los que me dieron una mano. La experiencia del año pasado fue difícil por varios motivos. Las condiciones de trabajo, el trato no sólo conmigo sino con el resto de los bailarines. Yo no espero que me abran la alfombra roja cuando llego, pero sí algo mínimo. Cuando recibo a alguien en mi casa trato de que se sienta cómodo”, compara, como dejando entrever que éso no sucedió. “No puede ser que sólo tengan unas veinte funciones anuales, así nadie se puede formar seriamente. O que haya dos bailarinas invitadas para las cinco funciones programadas de un ballet. En La Bayadera había siete repartos para cinco funciones, un sinsentido. Había gente que obviamente se iba a quedar sin bailar”, añade. “Con Paloma (Herrera) las cosas empezaron a cambiar y están haciendo muchas más funciones”, advierte, esperanzada.